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domingo, septiembre 18, 2005

Discurso del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías


Discurso del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías
Enrique Hernádez, ABN

Organización de Naciones Unidas (ONU). Nueva York. Jueves, 15 de septiembre de 2005
Excelencias, amigas y amigos, muy buenas tardes:
El propósito original de esta reunión ha sido desvirtuado totalmente. Se nos ha impuesto como centro del debate un mal llamado proceso de reformas, que relega a un segundo plano lo más urgente, lo que los pueblos del mundo reclaman con urgencia, como lo es la adopción de medidas para enfrentar los verdaderos problemas que obstaculizan e impiden los esfuerzos de nuestros países por el desarrollo y por la vida. Cinco años después de la Cumbre del Milenio, la cruda realidad es que la gran mayoría de las metas diseñadas, pese a que eran ya de por sí modestísimas, no serán alcanzadas. Pretendimos reducir a la mitad los 842 millones de hambrientos para el año 2015. Al ritmo actual la meta se lograría en el año 2215, ve a ver quién de nosotros estaríamos allí para celebrarlo, si es que la especie humana logra sobrevivir a la destrucción que amenaza nuestro medio ambiente. Habíamos proclamado la aspiración de lograr en el 2015 la enseñanza primaria universal. Al ritmo actual la meta se alcanzará después del año 2100, preparémonos pues para celebrarlo. Esto, amigas y amigos del mundo, nos lleva de manera irreversible a una amarga conclusión: las Naciones Unidas han agotado su modelo, y no se trata simplemente de proceder a una reforma, el siglo XXI reclama cambios profundos que sólo son posibles con una refundación de esta organización. Esto no sirve, hay que decirlo, es la pura verdad. Esas transformaciones, a las que desde Venezuela nos referimos, al mundo, tienen para nosotros, desde nuestro punto de vista dos tiempos: el inmediato, el de ahora mismo, y el de los sueños, el de la utopía; el primero está marcado por los acuerdos lastrados por el viejo esquema, no le rehuimos, y traemos, incluso, propuestas concretas dentro de ese modelo en el corto plazo. Pero el sueño de esa paz mundial, el sueño de un nosotros que no avergüence por el hambre, la enfermedad, el analfabetismo, la necesidad extrema, necesita –además de raíces– alas para volar. Necesitamos alas para volar, sabemos que hay una globalización neoliberal aterradora, pero también existe la realidad de un mundo interconectado que tenemos que enfrentar no como un problema sino como un reto, podemos, sobre la base de las realidades nacionales, intercambiar conocimientos, complementarnos, integrar mercados, pero al tiempo debemos entender que hay problemas que ya no tienen solución nacional, ni una nube radioactiva, ni los precios mundiales, ni una pandemia, ni el calentamiento del planeta o el agujero de la capa de ozono son problemas nacionales. Mientras avanzamos hacia un nuevo modelo de Naciones Unidas que haga cierto y suyo ese nosotros de los pueblos, hay cuatro reformas urgentes e irrenunciables que traemos a esta Asamblea, la primera, la expansión del Consejo de Seguridad tanto en sus categorías permanentes como en las no permanentes, dando entrada a nuevos países desarrollados y a países en desarrollo como nuevos miembros permanentes. La segunda, la necesaria mejora de los métodos de trabajo para aumentar la transparencia y no para disminuirla, para aumentar el respeto y no para disminuirlo, para aumentar la inclusión. La tercera, la supresión inmediata, seguimos diciéndolo desde hace seis años desde Venezuela, la supresión inmediata del veto en las decisiones del Consejo de Seguridad, ese vestigio elitesco es incompatible con la democracia, incompatible con la sola idea de igualdad y de democracia. Y en cuarto lugar el fortalecimiento del papel del Secretario General, sus funciones políticas en el marco de la diplomacia preventiva, debe ser consolidado. La gravedad de los problemas convoca a transformaciones profundas, las meras reformas no bastan para recuperar el nosotros que esperan los pueblos del mundo, más allá de las reformas reclamamos desde Venezuela la refundación de Naciones Unidas, y como bien sabemos en Venezuela, por las palabras de Simón Rodríguez, el Robinson de Caracas: “O inventamos o erramos”. En la reunión de enero pasado de este año 2005 estuvimos en el Foro Social Mundial en Porto Alegre, diferentes personalidades allí pidieron que la sede de Naciones Unidas saliera de Estados Unidos si es que continúan las violaciones a la legalidad internacional por parte de ese país. Hoy sabemos que nunca existieron armas de destrucción masiva en Iraq, el pueblo estadounidense siempre ha sido muy riguroso con la exigencia de la verdad a sus gobernantes, los pueblos del mundo también: nunca hubo armas de destrucción masiva y sin embargo, y por encima de Naciones Unidas, Iraq fue bombardeado, ocupado y continúa ocupado. Por eso proponemos a esta Asamblea que Naciones Unidas salga de un país que no es respetuoso con las propias resoluciones de esta Asamblea. Algunas propuestas han señalado a una Jerusalén convertida en ciudad internacional como una alternativa. La propuesta tiene la generosidad de proponer una respuesta al conflicto que vive Palestina, pero quizás tenga aristas que hagan difícil llevarlo a cabo. Por eso traemos aquí otra propuesta, anclada en la Carta de Jamaica, que escribió Simón Bolívar, el gran Libertador del Sur, en Jamaica, en 1815, hace 190 años. Ahí propuso Bolívar la creación de una ciudad internacional que sirviera de sede a la idea de unidad que planteaba. Bolívar era un soñador que soñó lo que son hoy nuestras realidades. Creemos que ya es hora de pensar en la creación de una ciudad internacional ajena a la soberanía de ningún Estado, con la fuerza propia de la moralidad de representar a las Naciones del mundo, pero esa ciudad internacional tiene que reequilibrar cinco siglos de desequilibrio. La nueva sede de Naciones Unidas tiene que estar en el Sur, “¡El Sur también existe!”, dijo Mario Benedetti. Esa ciudad que puede existir ya, o podemos inventarla, puede estar donde se crucen varias fronteras o en un territorio que simbolice al mundo, nuestro Continente está en disposición de ofrecer ese suelo sobre el que edificar el equilibrio del universo del que habló Bolívar en 1825. Señoras, señores, enfrentamos hoy una crisis energética sin precedentes, en el mundo, en la que se combinan peligrosamente un imparable incremento del consumo energético, la incapacidad de aumentar la oferta de hidrocarburos y la perspectiva de una declinación en las reservas probadas de combustibles fósiles. Comienza a agotarse el petróleo. Para el 2020 la demanda diaria de petróleo será de 120 millones de barriles, con lo cual, incluso sin tener en cuenta futuros crecimientos, se consumiría en 20 años una cifra similar a todo el petróleo que ha gastado la humanidad hasta el momento, lo cual significará, inevitablemente, un aumento en las emisiones de dióxido de carbono que, como se sabe incrementa cada día la temperatura de nuestro planeta. Katrina ha sido un doloroso ejemplo de las consecuencias que puede traer al hombre ignorar estas realidades. El calentamiento de los océanos es, a su vez, el factor fundamental detrás del demoledor incremento en la fuerza de los huracanes que hemos visto en los últimos años. Valga la ocasión para transmitir una vez más nuestro dolor y nuestro pesar al pueblo de Estados Unidos, que es un pueblo hermano de los pueblos de América también, y de los pueblos del mundo. Es práctica y éticamente inadmisible sacrificar a la especie humana invocando de manera demencial la vigencia de un modelo socioeconómico con una galopante capacidad destructiva. Es suicida insistir en diseminarlo e imponerlo como remedio infalible para los males de los cuales es, precisamente, el principal causante. Hace poco el señor Presidente de Estados Unidos asistió a una reunión de la Organización de Estados Americanos, a proponerle a la América Latina y al Caribe incrementar las políticas de mercado, la apertura de mercado, es decir, el neoliberalismo, cuando esa es precisamente la causa fundamental de los grandes males y las grandes tragedias que viven nuestros pueblos: el capitalismo neoliberal, el Consenso de Washington lo que ha generado es mayor grado de miseria, de desigualdad y una tragedia infinita a los pueblos de este continente. Ahora más que nunca necesitamos, señor Presidente, un nuevo orden internacional, recordemos que la Asamblea General de las Naciones Unidas en su sexto período extraordinario de sesiones, celebrado en 1974, algunos de quienes están aquí no habían nacido, seguramente, o estaban muy pequeños. En 1974, hace 31 años adoptó la declaración y el programa de acción sobre un nuevo Orden Económico Internacional, junto con el plan de acción la Asamblea General adoptó el 14 de diciembre de aquel año 1974 la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados que concretó el Nuevo Orden Económico Internacional, siendo aprobada por mayoría aplastante de 120 votos a favor, 6 en contra y 10 abstenciones –esto era cuando se votaba en Naciones Unidas–, porque ahora aquí no se vota, ahora aquí se aprueban documentos como este documento que yo denuncio a nombre de Venezuela, como irrito, nulo e ilegal, se aprobó violando la normativa de las Naciones Unidas, ¡no es válido este documento!, habrá que discutir este documento, el Gobierno de Venezuela lo va a hacer conocer al mundo, pero nosotros no podemos aceptar la dictadura abierta y descarada en Naciones Unidas, estas cosas son para discutirlas y para eso hago un llamado muy respetuoso, a mis colegas los Jefes de Estado y los Jefes de Gobierno. Ahora me reunía con el presidente Néstor Kirchner y bueno, yo sacaba el documento, este documento fue entregado cinco minutos antes, ¡sólo en inglés!, a nuestros delegados y se aprobó con un martillazo dictatorial, que denuncio ante el mundo como ilegal, irrito, nulo e ilegítimo. Oíganme una cosa, señor Presidente, si nosotros vamos a aceptar esto, es que estamos perdidos, ¡apaguemos la luz y cerremos las puertas y cerremos las ventanas! Sería lo último: que aceptemos la dictadura aquí en este salón. Ahora más que nunca –decíamos– requerimos retomar, retomar cosas que se quedaron en el camino, como la propuesta aprobada en esta Asamblea en 1974 de un Nuevo Orden Económico Internacional, para recordar algo, digamos lo siguiente, el Artículo 2 del texto de aquella carta, confirma el derecho de los estados de nacionalizar las propiedades y los recursos naturales que se encontraban en manos de inversores extranjeros, proponiendo igualmente la creación de carteles de productores de materias primas. En su Resolución 3.201 de mayo de 1974, expresó la determinación de trabajar con urgencia para establecer un Nuevo Orden Económico Internacional basado –oiganme bien, os ruego– “en la equidad, la igualdad soberana, la interdependencia, el interés común y la cooperación entre todos los estados cualesquiera que sean sus sistemas económicos y sociales, que corrija las desigualdades y repare las injusticias entre los países desarrollados y los países en desarrollo, y asegure a las generaciones presentes y futuras, la paz, la justicia y un desarrollo económico y social que se acelere a ritmo sostenido”, cierro comillas, estaba leyendo parte de aquella Resolución histórica de 1974. El objetivo del Nuevo Orden Económico Internacional era modificar el viejo orden económico concebido en Breton Woods. Creo que el Presidente de Estados Unidos habló aquí durante unos 20 minutos el día de ayer, según me han informado, yo pido permiso, Excelencia, para terminar mi alocución. El objetivo del Nuevo Orden Económico Internacional era modificar el viejo orden económico concebido en Breton Woods en 1944, y que tendría una vigencia hasta 1971, con el derrumbamiento del sistema monetario internacional: sólo buenas intenciones, ninguna voluntad para avanzar por ese camino, y nosotros creemos que ese era, y ese sigue siendo el camino. Hoy reclamamos desde los pueblos, en este caso el pueblo de Venezuela, un nuevo orden económico internacional, pero también resulta imprescindible un nuevo orden político internacional, no permitamos que un puñado de países intente reinterpretar impunemente los principios del Derecho Internacional para dar cabida a doctrinas como la “Guerra Preventiva”, ¡vaya que nos amenazan con la guerra preventiva!, y la llamada ahora “Responsabilidad de Proteger”, pero hay que preguntarse quién nos va a proteger, cómo nos van a proteger. Yo creo que uno de los pueblos que requiere protección es el pueblo de Estados Unidos, demostrado ahora dolorosamente con la tragedia de Katrina: no tiene gobierno que lo proteja de los desastres anunciados de la naturaleza, si es que vamos a hablar de protegernos los unos a los otros; estos son conceptos muy peligrosos que van delineando el imperialismo, van delineando el intervencionismo y tratan de legalizar el irrespeto a la soberanía de los pueblos, el respeto pleno a los principios del Derecho Internacional y a la Carta de las Naciones Unidas deben constituir, señor Presidente, la piedra angular de las relaciones internacionales en el mundo de hoy, y la base del nuevo orden que propugnamos. Permítanme una vez más, para ir concluyendo, citar a Simón Bolívar, nuestro Libertador, cuando habla de la integración del mundo, del Parlamento Mundial, de un Congreso de parlamentarios, hace falta retomar muchas propuestas como la bolivariana. Decía Bolívar en Jamaica, en 1815, ya lo citaba, leo una frase de su Carta de Jamaica: “Qué bello sería que el istmo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los griegos, ojalá que algún día tengamos la fortuna de instalar allí un augusto congreso de los representantes de las repúblicas, de los reinos, a tratar y discutir sobre los altos intereses de la paz y de la guerra, con las naciones de las otras tres partes del mundo. Esta especie de corporación podrá tener lugar en alguna época dichosa de nuestra regeneración.” Urge enfrentar de manera eficaz, ciertamente, al terrorismo internacional, pero no usándolo como pretexto para desatar agresiones militares injustificadas y violatorias del Derecho Internacional, que se han entronizado como doctrina después del 11 de septiembre. Sólo una estrecha y verdadera cooperación, y el fin de los dobles raseros que algunos países del Norte aplican al tema del terrorismo, podrán acabar con este horrible flagelo. Señor Presidente: En apenas 7 años de Revolución Bolivariana, el pueblo venezolano puede exhibir importantes conquistas sociales y económicas. Un millón 406 mil venezolanos aprendieron a leer y a escribir en año y medio, nosotros somos 25 millones aproximadamente y, en escasas semanas el país, dentro de pocos días, podrá declararse libre de analfabetismo, y tres millones de venezolanos antes excluidos por causa de la pobreza, fueron incorporados a la educación primaria, secundaria y universitaria. Diecisiete millones de venezolanos y venezolanas –casi el 70% de la población- reciben, por primera vez en la historia, asistencia médica gratuita, incluidos los medicamentos y, en unos pocos años, todos los venezolanos tendrán acceso gratuito a una atención médica por excelencia. Se suministran hoy más de 1 millón 700 mil toneladas de alimentos a precios módicos a 12 millones de personas, casi la mitad de los venezolanos, un millón de ellos lo reciben gratuitamente, de manera transitoria. Estas medidas han generado un alto nivel de seguridad alimentaria a los más necesitados. Señor Presidente, se han creado más de 700 mil puestos de trabajo, reduciéndose el desempleo en 9 puntos porcentuales, todo esto en medio de agresiones internas y externas, que incluyeron un golpe militar facturado en Washington, y un golpe petrolero facturado también en Washington, pese a las conspiraciones, a las calumnias del poder mediático, y la permanente amenaza del imperio y sus aliados, que hasta estimula el magnicidio. El único país donde una persona se puede dar el lujo de pedir el magnicidio de un Jefe de Estado, es Estados Unidos, como ocurrió hace poco con un reverendo llamado, Patt Robertson muy amigo de la Casa Blanca: pidió públicamente ante el mundo mi asesinato y anda libre, ¡ese es un delito internacional!, ¡terrorismo internacional! Pues bien, nosotros lucharemos por Venezuela, por la integración latinoamericana y por el mundo. Reafirmamos aquí en este salón nuestra infinita fe en el hombre, hoy sediento de paz y de justicia para sobrevivir como especie. Simón Bolívar, padre de nuestra Patria y guía de nuestra Revolución, juró no dar descanso a su brazo, ni reposo a su alma, hasta ver a la América libre. No demos nosotros descanso a nuestros brazos, ni reposo a nuestras almas hasta salvar la humanidad.
Señores, muchísimas gracias.

miércoles, septiembre 14, 2005

TINELLI BUSCA DESALOJAR A FAMILIAS MAPUCHES

POR FAVOR DIFUNDIR!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Asunto: PARA DAR A CONOCER:
Empresario televisivo busca desalojar a familiasmapuches. Marcelo Tinelli, conductor-empresariotelevisivo que compró miles de hectáreas en la pcia.sureña de Chubut, necesita desalojar 30 familiasmapuches para construir un megaproyecto turístico.Moira Millán, integrante de la Comunidad PillánMahuiza y del Frente de Lucha Mapuche y Campesino enel marco de la lucha por la defensa del agua y latierra aseguró a radio Universidad Nacional de Cuyo,que le dicen no a cualquier megaproyecto quepretenda "arrasar con nuestro entorno a cualquierprecio".La dirigencia indígena, denunció que el megaproyectoturístico que pretende construir Marcelo Tinelli por sobre la vivienda de treinta familias mapuches, casualmente lleva el nombre mapuche: Trafipan 2000, cuando necesitan de su desalojo
Fuente: Nota telefónica con RadioUniversidad Nacional de Cuyo

viernes, septiembre 02, 2005

INFORME ESPECIAL::PABLO ALMIRÓN


Respecto de El Plan de Manejo del Iberá (PMI) y el Sistema Acuífero Guaraní (SAG)
Iberá, una de las dos mayores áreas de tierras húmedas de agua dulce al sur del trópico de Capricornio, está integrado por una vasta zona de lagunas, esteros, bañados tierras inundables y no inundables, conformando una cuenca de captación con una superficie que fluctúa entre los 7.800 y los 13.000 kilómetros cuadrados, por lo cual ocupa casi el 15 por ciento del territorio de la provincia de Corrientes, que junto a Misiones y Entre Ríos, forman parte de la única mesopotamia Argentina.
El macrosistema forma parte del colosal reservorio subterráneo de agua dulce: el Acuífero Guaraní. El SAG es uno de los más grandes del mundo ya que abarca cerca de 1,2 millones de km2 en el sudeste de América del Sur.
Las reservas permanentes del sistema en Brasil, por ejemplo, alcanzan, según un cálculo conservador, a cerca de 48.000 km3 con una recarga anual de 160 km3. Si se extrajeran aguas subterráneas por cerca del 20% de los índices anuales de recarga actuales, esto sería suficiente para abastecer con 300 litros por día per cápita a 360 millones de habitantes.
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay están trabajando juntos elaborando un plan integrado para proteger y gestionar “sosteniblemente” el sistema en virtud de un proyecto financiado por el Fondo para el Medio Ambiente(GEF) y el Banco Mundial: el Proyecto de Protección Ambiental y Desarrollo Sostenible del Sistema Acuífero Guaraní, lanzado en mayo de 2003 en Montevideo, en donde participan también la OEA y organismos internacionales.
Sectores del gobierno actual y los anteriores, tienen manifiesta responsabilidad en el desmanejo del Plan Ibera -que ahora atraviesa por un papelón de proporciones-, y que al enviarlo al freezer les permite reordenarlo para las elecciones de octubre en todo el país.
La incompetencia de algunos es manifiesta, los intereses espurios de otros, también. Entre hijos y entenados le van a lavar la cara a un proyecto para hacerlo más digerible a algunos sectores, vinculados a terratenientes del Iberá, integrantes de la Sociedad Rural.
Pero van a seguir adelante en una operación a gran escala, en donde el Banco Mundial y sus instrumentos (GEF/PNUD, ONG ecologistas, etc) hacen pié en el colosal pulmón biofísico que son los humedales, lagunas y esteros del Ibera como parte del Acuífero Guaraní (SAG). El SAG reúne dos de los componentes fundamentales para la producción: Agua y Energía.
El PMI, les estalló en las manos a todos, pero el verdadero problema es de fondo y no de forma. Por ahora nadie los saca a la luz, lo que habla muy mal de sus protagonistas.
Las políticas ambientales en este momento forman parte – como nunca antes – de cuestiones determinantes para el futuro de regiones y países enteros. Y los gobiernos provinciales o comunales, son cómplices o víctimas (en el mejor de los casos), de estos proyectos en donde entran a jugar factores globales.
La falta de continuidad de las diferentes gestiones, y caos en la agenda ambiental es el río revuelto de donde sacan provecho las fundaciones “ambientalistas” que al contar con altos presupuestos gozan de un enorme margen de maniobra, para diseñar... y convencer.
Respecto del “conservacionismo” de las fundaciones ecologistas y el magnate norteamericano Douglas Tompkins.
Hoy el negocio de los servicios ambientales mueve millones en el mundo. Esos millones no son sólo intereses económicos sino también, geoestratégicos.
De los protagonistas en juego, Tomkins es por lejos, el más competente, a lado del cual el resto son mercachifles rapiñando algo de una torta, que la vislumbran suculenta. Su plataforma filosófica aparece en los textos que en 1984, Arne Naess y George Sessions crearon en los ocho principios de la Ecología Profunda.
El biocentrismo radical del barón del Ibera, excluye y desplaza al hombre simple y silvestre, siempre que éste viva, sobre recursos ricos en biodiversidad. Pero deja en un limbo oculto a los otros instrumentos, también concretos. A saber: la International Forum on Globalization y la Funders Network Trade & Globalization, organizaciones estas financiadas por las Fundaciones de Rockefeller, de Ted Turner, de la familia Ford y George Soros (algunos de estos personajes forman parte de la mesa ejecutiva de la JP Morgan Chase).
El Centro Rockefeller para Estudios Latinoamericanos -una de las usinas de ideas del Nuevo Orden Mundial, difunde también la posibilidad de fragmentación territorial en Chile-, crearon el denominado 'Iron Mountain Plan', que elaboraba como instrumentos, la preservación del medioambiente. La 'ecología,' al ser una causa noble, sería difícil que encontrara opositores.
Las inversiones de Tomkins en el sur latinoamericanos partieron en dos a Chile, imponiéndole la figura del fideicomiso y una serie de condiciones de difícil cumplimiento, las que, de no efectivizarse le permitirían al magnate estadounidense asegurarse el retorno de las áreas a su propiedad o las fundaciones ecologistas que lo acompañan en las maniobras. El mismo mecanismo lo tiene reservado al Gobierno de la Provincia de Corrientes.
Es interesante unir las piezas y ver lo que tenemos. Una fundación ecologista impulsa un plan de manejo (Ecos), un terrateniente norteamericano lo cofinancia (Tomkins) junto al GEF/ Banco Mundial. Ambos tienen el mismo discurso sesgado sobre la sustentabilidad. Tomkins habla de la Ecología Profunda (
www.deepecology.com), y Ecos de los animalitos en riesgo(www.ecosibera.com). El círculo cierra sin hablar de lo importante: EL AGUA POTABLE.
Resumiendo: Conservation Land Trust y la Fundación ECOS son el Caballo de Troya del Banco Mundial, los barones del agua y las corporaciones interesadas en su potencial geotérmico. Desde estas usinas se quiere convertir al Iberá en Patrimonio de la Humanidad, para servirlo en bandeja de plata.
Respecto del Banco Mundial y el ALCA.
El Proyecto para la Protección Ambiental y Manejo Sustentable del Sistema Acuífero Guaraní del Banco Mundial- que establece un plazo de 4 años-, abunda en terminología cuya opacidad conviene revelar. ¿Que el BM suele entender por "marco regulatorio de manejo" o proceso de "fortalecimiento institucional"?. Se refiere a todas aquellas medidas que se han de tomar para homogeneizar los marcos jurídicos de acceso a los recursos con el argumento de que es un prerrequisito necesario para ejecutar su "conservación", su "uso sustentable".
En tal sentido, de los 4 años que de entrada componen el proyecto, los 3 primeros se enfocan a despejar cualquier regulación legal incomoda. Es lo que llama "primera fase". El paso segundo paso será colocar a determinados actores en la gestión y usufructo del líquido.
Es decir, por un lado, impulsa una concentración del manejo de cuencas hídricas en manos de "selectos actores"; y, una vez consolidados, busca, por el otro lado, colocar a las multinacionales de los acreedores en el centro de la gestión y usufructo del agua dulce. Esto es: almacenaje, distribución, potabilización, generación de termo e hidroelectricidad.
El Banco Mundial que es el principal prestamista para proyectos de explotación y desarrollo del agua potable y el saneamiento público en los países del Tercer Mundo (270 préstamos se pueden encontrar en las páginas del Banco Mundial por suministros de agua potable).
Hace 20 años comenzó el proceso de privatización del líquido, que se ha concretado en diferentes fases: en el manejo empresarial de los servicios de agua potable, en el control de presas, la contaminación de los cauces por las industrias y en su comercialización embotellada. El agua moviliza 800 mil millones de dólares al año. Un dinero que solamente sale del manejo del 5% del agua potable mundial, por eso ahora vienen por uno de las mayores reservorios de agua del mundo el SAG.
La estrategia de las grandes empresas es incluir el agua potable en las negociaciones del OMC y los borradores del ALCA. El agua se ve como mercancía, éste es el primer paso: poner precio y convertirlo en un producto para introducirlo en el mercado.
El segundo es imponer las reglas del mercado global: sólo el que tiene dinero puede consumir el recurso. Las empresas que comercian y/o necesitan masas de agua para sus actividades, van por la privatización de territorios y biorregiones enteras. Las empresas biotecnológicas y farmacéuticas están felices de que con algunas monedas, ‘legalicen’ sus actividades de biopiratería y privatización de recursos colectivos, tirando abajo cualquier legislación que lo impida.
Al comienzo decíamos que los intereses no son sólo económicos sino también geoestratégicos Recordemos que fue Menem el que acercó a Tomkins a los esteros y junto a Jorge Sobish (gobernador de Neuquen), impulsa ideas separatistas en la patagonia. En su reciente visita al Paraguay (inminente cobijo de 13 mil marines), el Secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, propició lo mismo con Bolivia -en sintonía con los terratenientes del Departamento de Santa Cruz-, en la zona más rica de la región en yacimientos de petróleo y gas natural asediada por corporaciones extranjeras.
Respecto de las comunidades locales. Acción local, pensar global.
El 17 de septiembre próximo se realizará en Mercedes el Foro Social en Defensa del Acuífero Guaraní y los Esteros del Íbera. La comunidad local tiene que tener injerencia en el control y manejo de sus recursos naturales. Son el único resguardo y garantía, de que lo sustentabilidad sea verdad y no un argumento para ocultar negociados y operaciones de escala global, que dejan a las comunidades inermes y al servicio del mejor postor.
En foros con mecanismos reales de participación colectiva, y hablando abiertamente de TODOS los componentes del problema en su complejidad y magnitud nos pone a la altura de lo que está sucediendo en el mundo y nuestro continente. Con la comunidad de contralor y los mecanismos municipales y provinciales después, se puede enfrentar esta visión perversa que transforma los bosques, las cabezas de cuencas, los cauces de los ríos, los mantos freáticos, los recursos genéticos y la belleza de un paisaje en bienes redituables que pueden ser comerciadas por quien se atribuya su propiedad y tenga dinero para comprarlas.

Fuente www.dilitio.blogspot.com