Algo huele a podrido y no solamente en Vicente López
Correo que nos envió Ricardo Luis Mascheroni, un docente de Santa Fé preocupado por nuestras excepciones
URBANISMO, AUSENCIA DE REGULACIÓN Y DAÑO AMBIENTAL
"La vieja canción "No se adonde voy, pero estoy andando" es el tema corriente de los planeamientos viales tanto como de los edificios elevados. …y nos preguntamos por qué siguen con tanto empeño procedimientos que han demostrado ser tan malos; es decir, costosos, ineficientes y derrochadores de espacio y tiempo". (1)
El daño ya está hecho. Frente a los hechos consumados, los seres humanos suelen tener dos actitudes. La primera es decir ¡que le vamos a hacer! y la otra es analizar por qué suceden las cosas y cuáles son la enseñanzas y secuelas que se proyectarán hacia el futuro.
Casi siempre en situaciones similares, elijo la segunda opción.
Hecha estas aclaraciones, vayamos a lo que me quiero referir.
Recientemente se han difundido datos sobre el incremento en la construcción en la ciudad de Santa Fe, proyectándose 40 nuevas torres de departamentos en el microcentro urbano o dentro de la zona que se conoce como de los bulevares. Muchos celebrarán estos síntomas de "progreso o adelanto urbano" e inconscientemente adherirán con ligereza y sin profundizar el análisis a esta forma de pensamiento, lo que puede entenderse.
Lo que no es entendible, es que la Municipalidad con su proliferación de áreas técnicas en la materia o peor aún a través de los pomposos planes que al inicio de cada gestión se anuncian con bombos y platillos bajo la forma de Planes Directores, Reguladores, Estratégicos, Crecimiento Sustentable o cualquier otra denominación nada diga al respecto.
Sospechosamente, nunca existen políticas o mecanismos de regulación, muchos menos precauciones ambientales para la preservación de la calidad de vida y el bienestar de los vecinos, cuando de grandes inversiones se trata. Sean estas: grandes mercados, antenas de telefonía, autovías, construcciones en zonas inadecuadas o lechos de crecidas o de inundación, entre otras.
Ello surge claro del informe difundido bajo el nombre "Geo Argentina 2004" que analiza la situación ambiental nacional, firmado por Atilio Savino, Secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, que expresa: "La gestión urbanística de nuestras ciudades sufrió recientemente dificultades derivadas de la casi inexistente planificación de mediano y largo plazo y del recorte de las funciones estatales". Se observa que las normas urbanas terminaron por aplicarse solo a la clase media ya que "El mercado solía eludir o manipular el control normativo en la producción de hábitat para los sectores socio-económicos altos, en tanto los sectores bajos no podían cumplimentarlo por su incapacidad económica"; el resultado "la baja calidad ambiental de grandes sectores urbanos" y "la inexistencia o mínima provisión de servicios", en los mismos. Cualquier coincidencia con lo ocurrido en Santa Fe es pura coincidencia.
Intentaré mostrar algunas de las consecuencias que acarrearán 40 torres de departamentos, en un área de unos pocos Km2 de superficie y con escasos espacios verdes.
Supongamos que cada torre albergue una cantidad aproximada a 25 departamentos (entiendo que deben ser más), lo que hace un total de 1000 unidades habitacionales, con un promedio de 4 moradores en las mismas (seguramente serán más) nos da un incremento de 4 a 5.000 personas en la zona, prácticamente la mitad de una ciudad chica, que se anexa a espacios ya recargados por el devenir histórico urbano, con servicios públicos casi al borde del colapso, por obsolescencia o insuficiencia.
Nos referimos a unidades destinadas a ser habitadas por familias o sectores de recursos medio-altos, que tienen una capacidad adquisitiva o de consumo superior a la media urbana.
A partir de esta realidad se debe esperar un incremento importante en la demanda energética derivada de la mayor densidad poblacional, pero también de los estándares de confort del sector (ascensores, electrodomésticos en general y particularmente acondicionadores de aire). Esto provocará un direccionamiento de la oferta energética hacia esas áreas, con refuerzos en la infraestructura de cables, transformadores y potencia, en desmedro de otras zonas, que padecerán bajas de tensión. Pregúntese, en días de alto consumo, quiénes van a ver satisfecha la demanda y quiénes van a ser perjudicados en la distribución.
Los funcionarios alegarán que ese no es un problema municipal, sino que es competencia de la Provincia (E.P.E.).
Analicemos el tema de cloacas, partiendo de la base que las redes existentes en la zona tienen una antigüedad cercana a las 7 u 8 décadas, más allá del mantenimiento o reparaciones realizadas. Servicio que presenta gruesas falencias y debe ser desobstruido en forma casi mensual, dada la imposibilidad de evacuación de las aguas servidas. Con el agregado de mil viviendas, el atascamiento será constante, con las molestias consabidas.
Aunque el servicio de agua potable ha mejorado, el nuevo consumo obligará a aumentar la capacidad de bombeo y presión en la zona, las que decaerán en otras.
En este aspecto, escucharemos: "no es un problema municipal, este tema es competencia de Aguas Provinciales", pero el perjuicio lo sufrirá toda la ciudad.
Residuos: Se incrementará el volumen y tonelaje de los residuos sólidos urbanos (RSU), en proporción a la densidad poblacional y a las altas posibilidades de consumo de los nuevos vecinos.
Se alegará que es más fácil la recolección de residuos en áreas concentradas, lo que no deja de ser cierto, si olvidamos de mencionar, que ello implicará el ingreso de mayor cantidad de camiones, con la contaminación por gases y acústica consiguiente, en horarios casi siempre inconvenientes.
Recordando que nos estamos refiriendo a sectores de ingresos medio-altos, podemos suponer que poseerán 1 a 1,2 automotores por cada familia, que hacen un total de 1.000 a 1.200 nuevos vehículos en el área, incrementándose los gases y partículas en suspensión en el lugar, lo que desmejora la calidad del aire.
Aunque los edificios cuenten con la cantidad de cocheras suficientes para cubrir la demanda, aumentarán la congestión vehicular y los problemas de estacionamiento. Por lo que la Municipalidad en su afán recaudatorio y en el espíritu de beneficiar a las prestadoras privatizadas de estacionamiento medido (S.E.S.), extenderán la zona de "exclusión" en perjuicio de muchos.
Otras externalidades:
Inundación Pluvial: la zona tiene graves falencias de escurrimiento de aguas pluviales y con cualquier milimetraje de precipitación se produce el anegamiento de amplios sectores, lo que se incrementará, ya que muchos patios y centros de manzanas de tierra de las viejas casonas, utilizadas para estas obras, se impermeabilizarán con cemento, aumentando el escurrimiento hacia las calles, agravando el problema y el impacto sobre aquellos barrios periféricos de cota baja.
Valor de la tierra: Este es un elemento central de la permisividad oficial, ya que con ello se espera la obtención de recaudaciones mayores, convirtiendo en algo inútil las regulaciones. "Las zonas que necesitan el control más estricto tienen el mínimo control, desde que la densidades de población levantan el valor de la tierra y esto, a su vez demanda aun mayores densidades". (2) Como contrapartida en el resto de la ciudad se produce una depreciación inmobiliaria, con el consiguiente desmejoramiento de los servicios.
"Por desgracia hay enormes intereses creados para hacer de la naturaleza un infierno, y se gana muy poco dinero –en realidad nada- con dejar las cosas tal como están. De manera que es fácil ver cuál será el lado que pierda en un país dominado por el concepto venal de una economía siempre en expansión. La destrucción de la vecindad y la mala construcción puede ser organizada con fines de lucro". (3)
Un principio guía en construcción urbana es establecer densidades aceptables de ocupación humana, con un espacio abierto que crezca en proporción directa al número de residentes permanentes en un distrito. Ocurre esto en nuestra ciudad? Todo lo contrario. A los fines de garantizar el bienestar urbano la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece 10 mts2 de espacios verdes como mínimo por habitante, para satisfacer la demanda de (4.000 personas) se necesitarían habilitar por lo menos 4 plazas de una hectárea cada una en la zona. Están previstas? Sumemos a ello la pérdida de arbolado público e interior.
"Hilera tras hilera de grandes prismas o torres, crean un ambiente pobre para cualquier tipo de recreación, porque quitan el sol a la zona y destruyen la escala humana intima y familiar." (4)
Ello provoca un empenumbramiento del área, lo que incide en la demanda energética.
Podría seguir abundando en otros ítems cuando menos cuestionables pero quiero terminar el presente con las siguientes citas: "Lograr un nuevo molde no consiste en cambiar, en forma ocasional, techos inclinados por losas horizontales, ventanas pequeñas por otras más amplias o una hilera horizontal de viviendas para una sola familia por un docena de filas de casas, una encima de la otra en un edificio alto. Esos son cambios superficiales y en el caso de los departamentos de gran altura, está lejos de constituir progreso. Cuando se descuidan cuestiones más esenciales, este tipo de modernismo y de urbanismo superficial, resulta un sarcasmo. Estos planificadores necesitan dirigir una mirada lúcida hacia las necesidades, deseos y esperanza del hombre y de la mujer actuales, y encontrar fórmulas que resuelvan estas necesidades en toda su diversidad." (5)
"Pero lo más descorazonador es encontrar que…(se) está desechando tanto la experiencia como el sentido común en una precipitada construcción de altos edificios mal situados. Además, el apetito por la ganancia rápida contribuye a la presente concentración de edificios altos,…y es dañina desde el punto de vista del bienestar público. De manera que mirando más de cerca…., se recibe una impresión más clara de la devastación urbana." (6)
Ricardo Luis Mascheroni – Docente
Santa fe
Ref. 1.- Mumford, Lewis, La Carretera y la Ciudad, Emecé, Pag. 150/151
2.- Op. Cit., Pag 150
3.- Op. Cit., Pag. 285/286
4.- Op. Cit., Pag. 301
5.- Op. Cit., Pag. 48
6.- Op. Cit., Pag. 142/143
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