Blog de kontra-infos de AFE, info gral

lunes, noviembre 06, 2006

nueva libertad kondicional

Se ha agiornado el sitio Liberta Kondicional. EN el encontraran info, textos, imagenes, enlaces y la alegria de vivir y rexistir. Salute y pasen.


www.sindominio.net/libertadk

martes, octubre 18, 2005

La guerra del agua


por Arnaldo Salvini

Sólo el 3% del agua terrestre es potable. Los datos científicos más optimistas informan que para el año 2.025 unos 3.500.000.000 de personas padecerán por escasez de agua potable. Los más pesimistas calculan que esa carencia afectará a 7.000.000.000 de niños mujeres y hombres, habitantes de este planeta.

Europa y Asia sin agua

Europa se encuentra en estado crítico. De sus 55 ríos, sólo cinco no están contaminados. Turquía e Irak están enfrentados por las nacientes de los ríos Tigris y Eufrates. Los turcos aspiran a construir represas para desviar el agua de estos ríos, que, en su curso inferior, atraviesan Irak. El trasfondo de la guerra israelí-palestina también está dado por la decisión de Israel de apoderarse de los recursos que ambos pueblos comparten y aún del agua del Líbano y Siria. La contaminación ha matado toda la vida que florecía alrededor del Mar Aral y ha afectado la salud de los habitantes de la región: distintos cánceres, abortos expontáneos, niños que nacen con graves problemas físicos y mentales.El agua potable en el continente americanoLa escasez de agua está llevando a disputas entre los usuarios y los proveedores que a veces se convierten en verdaderos enfrentamientos armados. Para Estados Unidos el agua potable es una mercancía, por lo tanto, objeto de compra-venta como cualquier producto y no un bien común. Los cambios en los recursos hídricos están afectando sus relaciones internacionales, en la frontera con Canadá y Sur con Méjico donde existen cuencas compartidas. Estados Unidos está construyendo un dique en el río Colorado, en su territorio, para privar de las aguas de ese río a Méjico. Los ojos de Estados Unidos se han vuelto ahora, hacia los otros países del continente. Una de las premisas fundamentales del documento SANTA FE IV dice: «Los recursos naturales del hemisferio están disponibles para responder a nuestras prioridades nacionales (las de EE.UU. por supuesto). Los intereses de la población local no son tenidos en cuenta; tampoco el equilibrio ambiental necesario para la vida humana, vegetal y animal.La mayoría de la población centroamericana no tiene acceso al agua potable.

El acuífero guaraní
Es un gran depósito de agua potable subterránea, de 1,2 millones de Km. cuadrados de extensión. Tiene un volumen de 37.000 kilómetros cúbicos de agua almacenada. Cada kilómetro cúbico es igual a 1 billón de litros. Ese inmenso caudal de agua podría quitarle la sed a toda la humanidad duran te siglos. Ocupa el 10% del territorio brasileño, el 18% del territorio paraguayo, el 25% del uruguayo y el 6% argentino. Estudios actuales permiten suponer que se extiende hasta la “Laguna Mar Chiquita” (Córdoba), y hasta los lagos del Sur argentino. De ser así, se convertiría en el primer depósito de agua subterránea potable del mundo. Es rico en elementos químicos como el deuterio, utilizado en astronáutica y cohetes militares como gas propulsor, en tritio, usado en los ensayos termonucleares, uranio, torio y silicio apto para la industria espacial y aeronáutica. Su rendimiento es de 40 a 80 kilómetros cúbicos de agua por año, lo cual le permitiría cubrir las necesidades de agua de 360 millones de personas indefinida- mente, ya que se trata de un recurso renovable. La población actual en el área del Acuífero, se estima en 15 millones de habitantes. La investigación sobre este acuífero estuvo hasta 1997 a cargo de varias universidades de Argentina, Uruguay y Brasil pensando en que podía haber petróleo, pero se encontró a 1.000 metros de profundidad agua caliente y de gran poder energético para la industria. Luego pasó a ser parte de un proyecto financiado por el Banco Mundial.

La intervención de las multinacionales

Los proyectos hídricos están en manos de multinacionales norteamericanas y europeas. “La Global Environmental Facility”, brazo ambiental del Banco Mundial, está financiando el Proyecto de Protección Ambiental y Desarrollo Sustentable del Acuífero Guaraní, cuenta con el apoyo de los gobiernos de Holanda y Alemania. Su propósito aparente es la investigación científica, pero en realidad representa el comienzo de una lucha por la apropiación de ese valiosísimo recurso natural. El movimiento brasileño “Grito Das Aguas” sostiene que este Proyecto consolidará el conocimiento acumulado durante años de investigaciones desarrolladas en diferentes universidades latinoamericanas para ponerlo a disposición de intereses corporativos extranjeros. “Con esta información estratégica, los grandes grupos económicos podrán orientar sus inversiones hacia su objetivo prioritario: la creación del mercado del agua, implantando de facto la nueva hidrogeopolítica de dominación, que pone en peligro la explotación soberana de nuestros recursos”. Para controlar estos recursos EE. UU. diseñó para nuestro continente un sistema que excluye toda forma de democracia participativa, porque es más fácil comprar presidentes, legisladores, gobernadores, alcaldes o prefectos que un pueblo que se exprese a través de plebiscitos, consulta popular, referéndum, control de gestión o revocatoria de mandatos.

El ALCA y el agua

Estados Unidos, con el argumento de la libertad de comercio, está impulsando el ALCA. (Área de Libre Comercio de las Américas). Propone la eliminación de las aduanas en todos los países americanos, desde Alaska hasta la Argentina, basándose en el principio de “libre comercio internacional”. Prohibe a los estados nacionales “ejercer soberanía” sobre sus recursos naturales y les impide oponerse al libre acceso de las empresas privadas a los insumos, materias primas (el agua es una de ellas), tecnología o canales de distribución. En caso de conflicto entre las empresas privadas y un estado, éste renuncia a dirimirla judicialmente en sus tribunales y se establece como Tribunal Arbitral la Corte Penal de Nueva York. El ALCA define el agua potable como una mercancía, un bien comerciable sujeto a las leyes de mercado, desconociendo toda función social y la “soberanía de los estados” sobre ese recurso. De hecho, el agua será monopolizada por las multinacionales más poderosas. El suministro de un elemento esencial para la vida humana, animal y/o vegetal, quedará en sus manos. En 1998 la compañía estadounidense Sun Belt demandó al gobierno canadiense por u$s 10 mil millones por violación al Tratado. El gobierno de la provincia de Columba Británica (Canadá) prohibía la exportación masiva de su agua potable y Sun Belt quería exportar la a la sedienta California. La firma estadounidense Metalclad, demandó al gobierno mexicano por u$s 17 millones. Las autoridades mexicanas habían ordenado el cierre de la planta de tratamiento y eliminación de desperdicios tóxicos peligrosos de Metalclad en San Luis Potosí. La compañía lo consideró una expropiación injusta. Invocó la protección del Tratado de Libre Comercio, del que formará parte el ALCA y venció su caso contra México. Inseparable de la problemática del ALCA y los recursos de agua suramericanos es la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional de Suramérica (IIRSA). Esta iniciativa pretende construir una enorme infraestructura de transporte para vincular los rincones más aleja- dos del continente a la economía global, incluyendo canales que harán posible que barcos entren por el río Orinoco, pasen por la cuenca del Amazonas y salgan al Atlántico por el río La Plata. Las grandes potencias y las corporaciones comerciales del agua quieren establecer un régimen mundial de privatización compulsiva mediante el cual obligaría a todos los países miembros a abrir a la privatización sus sectores de servicios, que van desde el agua y las telecomunicaciones hasta la salud, educación y sistemas penales.

La “Triple Frontera”

Como lo hizo para justificar su invasión a Irak, con las armas de destrucción masiva, Estados Unidos, inventa la excusa del terrorismo en la “La Triple Frontera”, para controlar la zona e intervenir para combatir supuestas amenazas comunes como el tráfico de armas, drogas y las migraciones ilegales. Promueve la realización de ejercicios militares combinados en nuestros territorios, siempre cerca de zonas donde existen recursos estratégicos. Forma civiles especializados en defensa en el Centro de Estudios de Seguridad Hemisféricas, integrado a la National Defense University, para lograr el control de los recursos estratégicos. “Liberación”, un semanario latino publicado en Suecia, en un editorial reciente sobre la agenda Bush para el Acuífero Guaraní y la Triple Frontera apunta a dos escenarios posibles: "Uno, la apropiación territorial a través de compras de tierras con recursos naturales, como extensas zonas en la Patagonia. (o los Esteros del Iberá, en Corrientes). O en la peor de las circunstancias no se descarta una invasión militar. Esta hipótesis traza un paralelo con la última guerra en Irak y la actual apropiación de las grandes petroleras estadounidenses de la riqueza iraquí."

¿Podemos hacer algo?
Planteado el tema del agua de este modo, como una cuestión de supervivencia, relacionado con las mencionadas políticas de los organismos y empresas internacionales de apoderamiento de los recursos estratégicos de toda la humanidad para su propio provecho, debemos preguntarnos:¿Dejaremos que a nuestros hijos les falte el agua?Tomemos conciencia de esta situación considerando que nuestros recursos vitales deben ser destinados a satisfacer nuestras necesidades y “no renunciar a nuestra soberanía sobre ellos”. 2*) Tratemos de ampliar nuestra información sobre este tema por todos los medios a nuestro alcance, recurriendo a todas las fuentes. 3*) Hablemos de de este tema con nuestros familiares y conocidos. Una de las estrategias más eficaces del enemigo es la distracción. La “transmisión boca a boca” es un arma poderosa que está al alcance de todos y que poco utilizamos. 4*) No nos quedemos aislados como espectadores de nuestra propia destrucción. Pongámonos en contacto con otras personas que tengan esta misma inquietud. Nuestra Nación todavía está viva y como todo organismo viviente tiene sus mecanismos de autodefensa. Tratemos de estimularlos. Presionemos. Exijamos a nuestros gobernantes una política clara y medidas concretas para la defensa de nuestros recursos naturales y la defensa de nuestra soberanía ante la intervención de organismos extranjeros.La guerra por el control del agua ya comenzó. El futuro de nuestros hijos está en juego. No dejemos que este recurso vital sea manejado como una mercadería, accesible, sólo a quienes puedan pagarlo. Exijamos que sea defendido como un bien nacional y su distribución sea considerada un servicio público.

¡Estemos prevenidos!

Si por el gas y el petróleo, sin los cuales podemos subsistir, hacen los que están haciendo. ¿que no harán por el agua sin la cual no se puede vivir?______________________________
Elsa M. Bruzzone: (CEMIDA)
Gian Carlo Delgado Ramos: “Se vienen por el agua de la Triple Frontera”
Carmelo Ruiz Marrero: “Pretenden privatizar el acuífero guaraní”

domingo, septiembre 18, 2005

Discurso del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías


Discurso del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías
Enrique Hernádez, ABN

Organización de Naciones Unidas (ONU). Nueva York. Jueves, 15 de septiembre de 2005
Excelencias, amigas y amigos, muy buenas tardes:
El propósito original de esta reunión ha sido desvirtuado totalmente. Se nos ha impuesto como centro del debate un mal llamado proceso de reformas, que relega a un segundo plano lo más urgente, lo que los pueblos del mundo reclaman con urgencia, como lo es la adopción de medidas para enfrentar los verdaderos problemas que obstaculizan e impiden los esfuerzos de nuestros países por el desarrollo y por la vida. Cinco años después de la Cumbre del Milenio, la cruda realidad es que la gran mayoría de las metas diseñadas, pese a que eran ya de por sí modestísimas, no serán alcanzadas. Pretendimos reducir a la mitad los 842 millones de hambrientos para el año 2015. Al ritmo actual la meta se lograría en el año 2215, ve a ver quién de nosotros estaríamos allí para celebrarlo, si es que la especie humana logra sobrevivir a la destrucción que amenaza nuestro medio ambiente. Habíamos proclamado la aspiración de lograr en el 2015 la enseñanza primaria universal. Al ritmo actual la meta se alcanzará después del año 2100, preparémonos pues para celebrarlo. Esto, amigas y amigos del mundo, nos lleva de manera irreversible a una amarga conclusión: las Naciones Unidas han agotado su modelo, y no se trata simplemente de proceder a una reforma, el siglo XXI reclama cambios profundos que sólo son posibles con una refundación de esta organización. Esto no sirve, hay que decirlo, es la pura verdad. Esas transformaciones, a las que desde Venezuela nos referimos, al mundo, tienen para nosotros, desde nuestro punto de vista dos tiempos: el inmediato, el de ahora mismo, y el de los sueños, el de la utopía; el primero está marcado por los acuerdos lastrados por el viejo esquema, no le rehuimos, y traemos, incluso, propuestas concretas dentro de ese modelo en el corto plazo. Pero el sueño de esa paz mundial, el sueño de un nosotros que no avergüence por el hambre, la enfermedad, el analfabetismo, la necesidad extrema, necesita –además de raíces– alas para volar. Necesitamos alas para volar, sabemos que hay una globalización neoliberal aterradora, pero también existe la realidad de un mundo interconectado que tenemos que enfrentar no como un problema sino como un reto, podemos, sobre la base de las realidades nacionales, intercambiar conocimientos, complementarnos, integrar mercados, pero al tiempo debemos entender que hay problemas que ya no tienen solución nacional, ni una nube radioactiva, ni los precios mundiales, ni una pandemia, ni el calentamiento del planeta o el agujero de la capa de ozono son problemas nacionales. Mientras avanzamos hacia un nuevo modelo de Naciones Unidas que haga cierto y suyo ese nosotros de los pueblos, hay cuatro reformas urgentes e irrenunciables que traemos a esta Asamblea, la primera, la expansión del Consejo de Seguridad tanto en sus categorías permanentes como en las no permanentes, dando entrada a nuevos países desarrollados y a países en desarrollo como nuevos miembros permanentes. La segunda, la necesaria mejora de los métodos de trabajo para aumentar la transparencia y no para disminuirla, para aumentar el respeto y no para disminuirlo, para aumentar la inclusión. La tercera, la supresión inmediata, seguimos diciéndolo desde hace seis años desde Venezuela, la supresión inmediata del veto en las decisiones del Consejo de Seguridad, ese vestigio elitesco es incompatible con la democracia, incompatible con la sola idea de igualdad y de democracia. Y en cuarto lugar el fortalecimiento del papel del Secretario General, sus funciones políticas en el marco de la diplomacia preventiva, debe ser consolidado. La gravedad de los problemas convoca a transformaciones profundas, las meras reformas no bastan para recuperar el nosotros que esperan los pueblos del mundo, más allá de las reformas reclamamos desde Venezuela la refundación de Naciones Unidas, y como bien sabemos en Venezuela, por las palabras de Simón Rodríguez, el Robinson de Caracas: “O inventamos o erramos”. En la reunión de enero pasado de este año 2005 estuvimos en el Foro Social Mundial en Porto Alegre, diferentes personalidades allí pidieron que la sede de Naciones Unidas saliera de Estados Unidos si es que continúan las violaciones a la legalidad internacional por parte de ese país. Hoy sabemos que nunca existieron armas de destrucción masiva en Iraq, el pueblo estadounidense siempre ha sido muy riguroso con la exigencia de la verdad a sus gobernantes, los pueblos del mundo también: nunca hubo armas de destrucción masiva y sin embargo, y por encima de Naciones Unidas, Iraq fue bombardeado, ocupado y continúa ocupado. Por eso proponemos a esta Asamblea que Naciones Unidas salga de un país que no es respetuoso con las propias resoluciones de esta Asamblea. Algunas propuestas han señalado a una Jerusalén convertida en ciudad internacional como una alternativa. La propuesta tiene la generosidad de proponer una respuesta al conflicto que vive Palestina, pero quizás tenga aristas que hagan difícil llevarlo a cabo. Por eso traemos aquí otra propuesta, anclada en la Carta de Jamaica, que escribió Simón Bolívar, el gran Libertador del Sur, en Jamaica, en 1815, hace 190 años. Ahí propuso Bolívar la creación de una ciudad internacional que sirviera de sede a la idea de unidad que planteaba. Bolívar era un soñador que soñó lo que son hoy nuestras realidades. Creemos que ya es hora de pensar en la creación de una ciudad internacional ajena a la soberanía de ningún Estado, con la fuerza propia de la moralidad de representar a las Naciones del mundo, pero esa ciudad internacional tiene que reequilibrar cinco siglos de desequilibrio. La nueva sede de Naciones Unidas tiene que estar en el Sur, “¡El Sur también existe!”, dijo Mario Benedetti. Esa ciudad que puede existir ya, o podemos inventarla, puede estar donde se crucen varias fronteras o en un territorio que simbolice al mundo, nuestro Continente está en disposición de ofrecer ese suelo sobre el que edificar el equilibrio del universo del que habló Bolívar en 1825. Señoras, señores, enfrentamos hoy una crisis energética sin precedentes, en el mundo, en la que se combinan peligrosamente un imparable incremento del consumo energético, la incapacidad de aumentar la oferta de hidrocarburos y la perspectiva de una declinación en las reservas probadas de combustibles fósiles. Comienza a agotarse el petróleo. Para el 2020 la demanda diaria de petróleo será de 120 millones de barriles, con lo cual, incluso sin tener en cuenta futuros crecimientos, se consumiría en 20 años una cifra similar a todo el petróleo que ha gastado la humanidad hasta el momento, lo cual significará, inevitablemente, un aumento en las emisiones de dióxido de carbono que, como se sabe incrementa cada día la temperatura de nuestro planeta. Katrina ha sido un doloroso ejemplo de las consecuencias que puede traer al hombre ignorar estas realidades. El calentamiento de los océanos es, a su vez, el factor fundamental detrás del demoledor incremento en la fuerza de los huracanes que hemos visto en los últimos años. Valga la ocasión para transmitir una vez más nuestro dolor y nuestro pesar al pueblo de Estados Unidos, que es un pueblo hermano de los pueblos de América también, y de los pueblos del mundo. Es práctica y éticamente inadmisible sacrificar a la especie humana invocando de manera demencial la vigencia de un modelo socioeconómico con una galopante capacidad destructiva. Es suicida insistir en diseminarlo e imponerlo como remedio infalible para los males de los cuales es, precisamente, el principal causante. Hace poco el señor Presidente de Estados Unidos asistió a una reunión de la Organización de Estados Americanos, a proponerle a la América Latina y al Caribe incrementar las políticas de mercado, la apertura de mercado, es decir, el neoliberalismo, cuando esa es precisamente la causa fundamental de los grandes males y las grandes tragedias que viven nuestros pueblos: el capitalismo neoliberal, el Consenso de Washington lo que ha generado es mayor grado de miseria, de desigualdad y una tragedia infinita a los pueblos de este continente. Ahora más que nunca necesitamos, señor Presidente, un nuevo orden internacional, recordemos que la Asamblea General de las Naciones Unidas en su sexto período extraordinario de sesiones, celebrado en 1974, algunos de quienes están aquí no habían nacido, seguramente, o estaban muy pequeños. En 1974, hace 31 años adoptó la declaración y el programa de acción sobre un nuevo Orden Económico Internacional, junto con el plan de acción la Asamblea General adoptó el 14 de diciembre de aquel año 1974 la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados que concretó el Nuevo Orden Económico Internacional, siendo aprobada por mayoría aplastante de 120 votos a favor, 6 en contra y 10 abstenciones –esto era cuando se votaba en Naciones Unidas–, porque ahora aquí no se vota, ahora aquí se aprueban documentos como este documento que yo denuncio a nombre de Venezuela, como irrito, nulo e ilegal, se aprobó violando la normativa de las Naciones Unidas, ¡no es válido este documento!, habrá que discutir este documento, el Gobierno de Venezuela lo va a hacer conocer al mundo, pero nosotros no podemos aceptar la dictadura abierta y descarada en Naciones Unidas, estas cosas son para discutirlas y para eso hago un llamado muy respetuoso, a mis colegas los Jefes de Estado y los Jefes de Gobierno. Ahora me reunía con el presidente Néstor Kirchner y bueno, yo sacaba el documento, este documento fue entregado cinco minutos antes, ¡sólo en inglés!, a nuestros delegados y se aprobó con un martillazo dictatorial, que denuncio ante el mundo como ilegal, irrito, nulo e ilegítimo. Oíganme una cosa, señor Presidente, si nosotros vamos a aceptar esto, es que estamos perdidos, ¡apaguemos la luz y cerremos las puertas y cerremos las ventanas! Sería lo último: que aceptemos la dictadura aquí en este salón. Ahora más que nunca –decíamos– requerimos retomar, retomar cosas que se quedaron en el camino, como la propuesta aprobada en esta Asamblea en 1974 de un Nuevo Orden Económico Internacional, para recordar algo, digamos lo siguiente, el Artículo 2 del texto de aquella carta, confirma el derecho de los estados de nacionalizar las propiedades y los recursos naturales que se encontraban en manos de inversores extranjeros, proponiendo igualmente la creación de carteles de productores de materias primas. En su Resolución 3.201 de mayo de 1974, expresó la determinación de trabajar con urgencia para establecer un Nuevo Orden Económico Internacional basado –oiganme bien, os ruego– “en la equidad, la igualdad soberana, la interdependencia, el interés común y la cooperación entre todos los estados cualesquiera que sean sus sistemas económicos y sociales, que corrija las desigualdades y repare las injusticias entre los países desarrollados y los países en desarrollo, y asegure a las generaciones presentes y futuras, la paz, la justicia y un desarrollo económico y social que se acelere a ritmo sostenido”, cierro comillas, estaba leyendo parte de aquella Resolución histórica de 1974. El objetivo del Nuevo Orden Económico Internacional era modificar el viejo orden económico concebido en Breton Woods. Creo que el Presidente de Estados Unidos habló aquí durante unos 20 minutos el día de ayer, según me han informado, yo pido permiso, Excelencia, para terminar mi alocución. El objetivo del Nuevo Orden Económico Internacional era modificar el viejo orden económico concebido en Breton Woods en 1944, y que tendría una vigencia hasta 1971, con el derrumbamiento del sistema monetario internacional: sólo buenas intenciones, ninguna voluntad para avanzar por ese camino, y nosotros creemos que ese era, y ese sigue siendo el camino. Hoy reclamamos desde los pueblos, en este caso el pueblo de Venezuela, un nuevo orden económico internacional, pero también resulta imprescindible un nuevo orden político internacional, no permitamos que un puñado de países intente reinterpretar impunemente los principios del Derecho Internacional para dar cabida a doctrinas como la “Guerra Preventiva”, ¡vaya que nos amenazan con la guerra preventiva!, y la llamada ahora “Responsabilidad de Proteger”, pero hay que preguntarse quién nos va a proteger, cómo nos van a proteger. Yo creo que uno de los pueblos que requiere protección es el pueblo de Estados Unidos, demostrado ahora dolorosamente con la tragedia de Katrina: no tiene gobierno que lo proteja de los desastres anunciados de la naturaleza, si es que vamos a hablar de protegernos los unos a los otros; estos son conceptos muy peligrosos que van delineando el imperialismo, van delineando el intervencionismo y tratan de legalizar el irrespeto a la soberanía de los pueblos, el respeto pleno a los principios del Derecho Internacional y a la Carta de las Naciones Unidas deben constituir, señor Presidente, la piedra angular de las relaciones internacionales en el mundo de hoy, y la base del nuevo orden que propugnamos. Permítanme una vez más, para ir concluyendo, citar a Simón Bolívar, nuestro Libertador, cuando habla de la integración del mundo, del Parlamento Mundial, de un Congreso de parlamentarios, hace falta retomar muchas propuestas como la bolivariana. Decía Bolívar en Jamaica, en 1815, ya lo citaba, leo una frase de su Carta de Jamaica: “Qué bello sería que el istmo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los griegos, ojalá que algún día tengamos la fortuna de instalar allí un augusto congreso de los representantes de las repúblicas, de los reinos, a tratar y discutir sobre los altos intereses de la paz y de la guerra, con las naciones de las otras tres partes del mundo. Esta especie de corporación podrá tener lugar en alguna época dichosa de nuestra regeneración.” Urge enfrentar de manera eficaz, ciertamente, al terrorismo internacional, pero no usándolo como pretexto para desatar agresiones militares injustificadas y violatorias del Derecho Internacional, que se han entronizado como doctrina después del 11 de septiembre. Sólo una estrecha y verdadera cooperación, y el fin de los dobles raseros que algunos países del Norte aplican al tema del terrorismo, podrán acabar con este horrible flagelo. Señor Presidente: En apenas 7 años de Revolución Bolivariana, el pueblo venezolano puede exhibir importantes conquistas sociales y económicas. Un millón 406 mil venezolanos aprendieron a leer y a escribir en año y medio, nosotros somos 25 millones aproximadamente y, en escasas semanas el país, dentro de pocos días, podrá declararse libre de analfabetismo, y tres millones de venezolanos antes excluidos por causa de la pobreza, fueron incorporados a la educación primaria, secundaria y universitaria. Diecisiete millones de venezolanos y venezolanas –casi el 70% de la población- reciben, por primera vez en la historia, asistencia médica gratuita, incluidos los medicamentos y, en unos pocos años, todos los venezolanos tendrán acceso gratuito a una atención médica por excelencia. Se suministran hoy más de 1 millón 700 mil toneladas de alimentos a precios módicos a 12 millones de personas, casi la mitad de los venezolanos, un millón de ellos lo reciben gratuitamente, de manera transitoria. Estas medidas han generado un alto nivel de seguridad alimentaria a los más necesitados. Señor Presidente, se han creado más de 700 mil puestos de trabajo, reduciéndose el desempleo en 9 puntos porcentuales, todo esto en medio de agresiones internas y externas, que incluyeron un golpe militar facturado en Washington, y un golpe petrolero facturado también en Washington, pese a las conspiraciones, a las calumnias del poder mediático, y la permanente amenaza del imperio y sus aliados, que hasta estimula el magnicidio. El único país donde una persona se puede dar el lujo de pedir el magnicidio de un Jefe de Estado, es Estados Unidos, como ocurrió hace poco con un reverendo llamado, Patt Robertson muy amigo de la Casa Blanca: pidió públicamente ante el mundo mi asesinato y anda libre, ¡ese es un delito internacional!, ¡terrorismo internacional! Pues bien, nosotros lucharemos por Venezuela, por la integración latinoamericana y por el mundo. Reafirmamos aquí en este salón nuestra infinita fe en el hombre, hoy sediento de paz y de justicia para sobrevivir como especie. Simón Bolívar, padre de nuestra Patria y guía de nuestra Revolución, juró no dar descanso a su brazo, ni reposo a su alma, hasta ver a la América libre. No demos nosotros descanso a nuestros brazos, ni reposo a nuestras almas hasta salvar la humanidad.
Señores, muchísimas gracias.

miércoles, septiembre 14, 2005

TINELLI BUSCA DESALOJAR A FAMILIAS MAPUCHES

POR FAVOR DIFUNDIR!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Asunto: PARA DAR A CONOCER:
Empresario televisivo busca desalojar a familiasmapuches. Marcelo Tinelli, conductor-empresariotelevisivo que compró miles de hectáreas en la pcia.sureña de Chubut, necesita desalojar 30 familiasmapuches para construir un megaproyecto turístico.Moira Millán, integrante de la Comunidad PillánMahuiza y del Frente de Lucha Mapuche y Campesino enel marco de la lucha por la defensa del agua y latierra aseguró a radio Universidad Nacional de Cuyo,que le dicen no a cualquier megaproyecto quepretenda "arrasar con nuestro entorno a cualquierprecio".La dirigencia indígena, denunció que el megaproyectoturístico que pretende construir Marcelo Tinelli por sobre la vivienda de treinta familias mapuches, casualmente lleva el nombre mapuche: Trafipan 2000, cuando necesitan de su desalojo
Fuente: Nota telefónica con RadioUniversidad Nacional de Cuyo

viernes, septiembre 02, 2005

INFORME ESPECIAL::PABLO ALMIRÓN


Respecto de El Plan de Manejo del Iberá (PMI) y el Sistema Acuífero Guaraní (SAG)
Iberá, una de las dos mayores áreas de tierras húmedas de agua dulce al sur del trópico de Capricornio, está integrado por una vasta zona de lagunas, esteros, bañados tierras inundables y no inundables, conformando una cuenca de captación con una superficie que fluctúa entre los 7.800 y los 13.000 kilómetros cuadrados, por lo cual ocupa casi el 15 por ciento del territorio de la provincia de Corrientes, que junto a Misiones y Entre Ríos, forman parte de la única mesopotamia Argentina.
El macrosistema forma parte del colosal reservorio subterráneo de agua dulce: el Acuífero Guaraní. El SAG es uno de los más grandes del mundo ya que abarca cerca de 1,2 millones de km2 en el sudeste de América del Sur.
Las reservas permanentes del sistema en Brasil, por ejemplo, alcanzan, según un cálculo conservador, a cerca de 48.000 km3 con una recarga anual de 160 km3. Si se extrajeran aguas subterráneas por cerca del 20% de los índices anuales de recarga actuales, esto sería suficiente para abastecer con 300 litros por día per cápita a 360 millones de habitantes.
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay están trabajando juntos elaborando un plan integrado para proteger y gestionar “sosteniblemente” el sistema en virtud de un proyecto financiado por el Fondo para el Medio Ambiente(GEF) y el Banco Mundial: el Proyecto de Protección Ambiental y Desarrollo Sostenible del Sistema Acuífero Guaraní, lanzado en mayo de 2003 en Montevideo, en donde participan también la OEA y organismos internacionales.
Sectores del gobierno actual y los anteriores, tienen manifiesta responsabilidad en el desmanejo del Plan Ibera -que ahora atraviesa por un papelón de proporciones-, y que al enviarlo al freezer les permite reordenarlo para las elecciones de octubre en todo el país.
La incompetencia de algunos es manifiesta, los intereses espurios de otros, también. Entre hijos y entenados le van a lavar la cara a un proyecto para hacerlo más digerible a algunos sectores, vinculados a terratenientes del Iberá, integrantes de la Sociedad Rural.
Pero van a seguir adelante en una operación a gran escala, en donde el Banco Mundial y sus instrumentos (GEF/PNUD, ONG ecologistas, etc) hacen pié en el colosal pulmón biofísico que son los humedales, lagunas y esteros del Ibera como parte del Acuífero Guaraní (SAG). El SAG reúne dos de los componentes fundamentales para la producción: Agua y Energía.
El PMI, les estalló en las manos a todos, pero el verdadero problema es de fondo y no de forma. Por ahora nadie los saca a la luz, lo que habla muy mal de sus protagonistas.
Las políticas ambientales en este momento forman parte – como nunca antes – de cuestiones determinantes para el futuro de regiones y países enteros. Y los gobiernos provinciales o comunales, son cómplices o víctimas (en el mejor de los casos), de estos proyectos en donde entran a jugar factores globales.
La falta de continuidad de las diferentes gestiones, y caos en la agenda ambiental es el río revuelto de donde sacan provecho las fundaciones “ambientalistas” que al contar con altos presupuestos gozan de un enorme margen de maniobra, para diseñar... y convencer.
Respecto del “conservacionismo” de las fundaciones ecologistas y el magnate norteamericano Douglas Tompkins.
Hoy el negocio de los servicios ambientales mueve millones en el mundo. Esos millones no son sólo intereses económicos sino también, geoestratégicos.
De los protagonistas en juego, Tomkins es por lejos, el más competente, a lado del cual el resto son mercachifles rapiñando algo de una torta, que la vislumbran suculenta. Su plataforma filosófica aparece en los textos que en 1984, Arne Naess y George Sessions crearon en los ocho principios de la Ecología Profunda.
El biocentrismo radical del barón del Ibera, excluye y desplaza al hombre simple y silvestre, siempre que éste viva, sobre recursos ricos en biodiversidad. Pero deja en un limbo oculto a los otros instrumentos, también concretos. A saber: la International Forum on Globalization y la Funders Network Trade & Globalization, organizaciones estas financiadas por las Fundaciones de Rockefeller, de Ted Turner, de la familia Ford y George Soros (algunos de estos personajes forman parte de la mesa ejecutiva de la JP Morgan Chase).
El Centro Rockefeller para Estudios Latinoamericanos -una de las usinas de ideas del Nuevo Orden Mundial, difunde también la posibilidad de fragmentación territorial en Chile-, crearon el denominado 'Iron Mountain Plan', que elaboraba como instrumentos, la preservación del medioambiente. La 'ecología,' al ser una causa noble, sería difícil que encontrara opositores.
Las inversiones de Tomkins en el sur latinoamericanos partieron en dos a Chile, imponiéndole la figura del fideicomiso y una serie de condiciones de difícil cumplimiento, las que, de no efectivizarse le permitirían al magnate estadounidense asegurarse el retorno de las áreas a su propiedad o las fundaciones ecologistas que lo acompañan en las maniobras. El mismo mecanismo lo tiene reservado al Gobierno de la Provincia de Corrientes.
Es interesante unir las piezas y ver lo que tenemos. Una fundación ecologista impulsa un plan de manejo (Ecos), un terrateniente norteamericano lo cofinancia (Tomkins) junto al GEF/ Banco Mundial. Ambos tienen el mismo discurso sesgado sobre la sustentabilidad. Tomkins habla de la Ecología Profunda (
www.deepecology.com), y Ecos de los animalitos en riesgo(www.ecosibera.com). El círculo cierra sin hablar de lo importante: EL AGUA POTABLE.
Resumiendo: Conservation Land Trust y la Fundación ECOS son el Caballo de Troya del Banco Mundial, los barones del agua y las corporaciones interesadas en su potencial geotérmico. Desde estas usinas se quiere convertir al Iberá en Patrimonio de la Humanidad, para servirlo en bandeja de plata.
Respecto del Banco Mundial y el ALCA.
El Proyecto para la Protección Ambiental y Manejo Sustentable del Sistema Acuífero Guaraní del Banco Mundial- que establece un plazo de 4 años-, abunda en terminología cuya opacidad conviene revelar. ¿Que el BM suele entender por "marco regulatorio de manejo" o proceso de "fortalecimiento institucional"?. Se refiere a todas aquellas medidas que se han de tomar para homogeneizar los marcos jurídicos de acceso a los recursos con el argumento de que es un prerrequisito necesario para ejecutar su "conservación", su "uso sustentable".
En tal sentido, de los 4 años que de entrada componen el proyecto, los 3 primeros se enfocan a despejar cualquier regulación legal incomoda. Es lo que llama "primera fase". El paso segundo paso será colocar a determinados actores en la gestión y usufructo del líquido.
Es decir, por un lado, impulsa una concentración del manejo de cuencas hídricas en manos de "selectos actores"; y, una vez consolidados, busca, por el otro lado, colocar a las multinacionales de los acreedores en el centro de la gestión y usufructo del agua dulce. Esto es: almacenaje, distribución, potabilización, generación de termo e hidroelectricidad.
El Banco Mundial que es el principal prestamista para proyectos de explotación y desarrollo del agua potable y el saneamiento público en los países del Tercer Mundo (270 préstamos se pueden encontrar en las páginas del Banco Mundial por suministros de agua potable).
Hace 20 años comenzó el proceso de privatización del líquido, que se ha concretado en diferentes fases: en el manejo empresarial de los servicios de agua potable, en el control de presas, la contaminación de los cauces por las industrias y en su comercialización embotellada. El agua moviliza 800 mil millones de dólares al año. Un dinero que solamente sale del manejo del 5% del agua potable mundial, por eso ahora vienen por uno de las mayores reservorios de agua del mundo el SAG.
La estrategia de las grandes empresas es incluir el agua potable en las negociaciones del OMC y los borradores del ALCA. El agua se ve como mercancía, éste es el primer paso: poner precio y convertirlo en un producto para introducirlo en el mercado.
El segundo es imponer las reglas del mercado global: sólo el que tiene dinero puede consumir el recurso. Las empresas que comercian y/o necesitan masas de agua para sus actividades, van por la privatización de territorios y biorregiones enteras. Las empresas biotecnológicas y farmacéuticas están felices de que con algunas monedas, ‘legalicen’ sus actividades de biopiratería y privatización de recursos colectivos, tirando abajo cualquier legislación que lo impida.
Al comienzo decíamos que los intereses no son sólo económicos sino también geoestratégicos Recordemos que fue Menem el que acercó a Tomkins a los esteros y junto a Jorge Sobish (gobernador de Neuquen), impulsa ideas separatistas en la patagonia. En su reciente visita al Paraguay (inminente cobijo de 13 mil marines), el Secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, propició lo mismo con Bolivia -en sintonía con los terratenientes del Departamento de Santa Cruz-, en la zona más rica de la región en yacimientos de petróleo y gas natural asediada por corporaciones extranjeras.
Respecto de las comunidades locales. Acción local, pensar global.
El 17 de septiembre próximo se realizará en Mercedes el Foro Social en Defensa del Acuífero Guaraní y los Esteros del Íbera. La comunidad local tiene que tener injerencia en el control y manejo de sus recursos naturales. Son el único resguardo y garantía, de que lo sustentabilidad sea verdad y no un argumento para ocultar negociados y operaciones de escala global, que dejan a las comunidades inermes y al servicio del mejor postor.
En foros con mecanismos reales de participación colectiva, y hablando abiertamente de TODOS los componentes del problema en su complejidad y magnitud nos pone a la altura de lo que está sucediendo en el mundo y nuestro continente. Con la comunidad de contralor y los mecanismos municipales y provinciales después, se puede enfrentar esta visión perversa que transforma los bosques, las cabezas de cuencas, los cauces de los ríos, los mantos freáticos, los recursos genéticos y la belleza de un paisaje en bienes redituables que pueden ser comerciadas por quien se atribuya su propiedad y tenga dinero para comprarlas.

Fuente www.dilitio.blogspot.com

lunes, agosto 22, 2005

PORQUE ESTOY EN CONTRA


Por: Gonzalo Abella (VECINET). (Fray Bentos-Uruguay)
(Fecha publicación: 23/07/2005)
Información Adicional
Tema: Situación en Uruguay
País/es: Uruguay-Argentina

No me paga el Gobierno de Entre Ríos, ni me inspira una actitud opositora al Gobierno oriental votado por la mayoría de nosotros.
Tampoco escribo con algún reproche hacia los que aceptan trabajar para una industria contaminante cuando se los obliga a elegir entre la expansión del cáncer dentro de diez años o el hambre hoy. Ellos son las víctimas, no los responsables.
Simplemente escribo esto porque sé que lo que va a ocurrir en Fray Bentos es una tragedia sin precedentes para todos nosotros; que aumentará además la extranjerización de la tierra y seguirá expulsando a la gente del campo.
Caminé por muchos lados y sé de lo que hablo. Soy abuelo, por eso no debo callar. Además no hacen falta en el mundo más fábricas de papel.
De cada diez bobinas de papel que se producen en el mundo, una se utiliza para impresión de libros, cuadernos, folletos, diarios, recibos, facturas, papel higiénico, papel de uso sanitario y clínico, etc., y nueve para embalaje lujoso de artículos innecesarios que se consumen principalmente en las grandes ciudades del Norte.
Estadísticamente, un ciudadano norteamericano consume cien veces más papel que un uruguayo, pero no lee cien veces más.
Cada papel grueso, con rebordes dorados y relieves en colores que rodea un regalito suntuario en Oslo o Copenhague, tiene una lágrima de una mamá del tercer mundo cuyo hijo contrajo leucemia por los venenos de las plantas de celulosa.
Hay tres tecnologías para separar la celulosa de la lignina en la madera: a) con cloro elemental. Es la más nociva, existe en varios países inclusive en la Argentina, pero las fábricas que lo emplean son de dimensiones relativamente pequeñas. b) con dióxido de cloro (tecnología ECF) como la que va a instalar Botnia en Fray Bentos. Es 20% menos contaminante, pero la de Fray Bentos será la más grande de América y por ello contaminará a una escala pavorosa. c) Libre de todo tipo de cloro (tecnología TCF) que es la más cara y la única con niveles bajos de contaminación.
La fábrica de Botnia en Fray Bentos es un crimen de lesa humanidad contra la población uruguaya y entrerriana porque: toma diariamente del Río Uruguay el mismo volumen de agua que todas las ciudades costeras, vertiendo al río diariamente ese mismo volumen contaminado y a altas temperaturas. Los niveles de contaminación son acumulativos y los censores para captar impactos ambientales tempranos no existen en la región (los impactos ambientales irreversibles los va a captar la población antes que la DINAMA). Después los 'científicos' a sueldo dirán lo mismo que dicen hoy sobre los agroquímicos en el rancherío de Las Láminas de Bella Unión: 'no hay pruebas de que Botnia sea causante del elevado aumento del cáncer infantil'.
Botnia liquida Las Cañas, Mbopicuá y toda posibilidad de turismo en la zona así como la pesca artesanal que es fuente de trabajo de cientos de compatriotas.
Botnia generará olores nauseabundos permanentes, lluvias ácidas que liquidarán la agricultura y la apicultura, después los excedentes contaminantes no declarados 'caerán accidentalmente' en el río (ya están preparados los titulares de los diarios, ¡lo han hecho tantas veces!): 'tragedia ambiental en el Río Uruguay: las empresas y el gobierno reciben asistencia internacional para mitigar sus impactos: expertos de Finlandia y los Estados Unidos llegaron esta mañana'.
Pero estamos hablando de un monstruo de ochenta manzanas de extensión; la cantidad de monocultivos de eucaliptos sembrados alcanza apenas para dos años de su consumo, y la vida útil de sus instalaciones según dice Faroppa es de 50 años.
Así que una de dos: o se aumenta el área ya invadida de monocultivos (con su secuela de sequía, agroquímicos cancerígenos y trabajo esclavo) o se resiembra con venenos aún más potentes y eucaliptos genéticamente modificados para aguantar las nuevas dosis.
Botnia ayudará a matar el paisaje gaucho de la pradera y las posibilidades de un turismo natural. El agua potable desaparecerá del todo (ya está desapareciendo de las zonas forestadas); y con el Río Uruguay contaminado, habrá que traer camiones cisternas de Tacuarembó con agua potable mientras allá aguanten.
El pronóstico social es tan claro como el ambiental: dos años de bonanza por los puestos en la construcción (eso reactiva temporalmente toda la economía local), un brusco descenso del trabajo al tercer año, pero ya para entonces tras la plata dulce llegó la delincuencia de la región a instalarse, y después la desesperanza y la violencia entre cloacas malolientes.
El convenio marco que firmó el Gobierno del Dr. Batlle con Finlandia y que sigue vigente compromete al Estado uruguayo a resarcir al capital privado finlandés por cualquier alteración de las condiciones sociales o legales que perjudiquen el lucro esperado por dicho capital. Si se quisiera frenar la expansión del monocultivo, (o sea, si cambiaran las actuales directivas del Gobierno que siguen autorizando la extranjerización de la tierra) habrá que pagar el 'lucro cesante' de Botnia.

Gonzalo Abella - Ciudadano Uruguayo

http://www.causapopular.com.ar/article520.html

miércoles, agosto 17, 2005

Complejo militar-industrial estadounidense: El Carlyle Group, un negocio de iniciados

Por Red Voltaire -
Friday, Aug. 12, 2005 at 3:17 Am

Primer gestor mundial de valores financieros y fondos de inversión, el Carlyle Group agrupa a la flor y nata de la política mundial. Dirigido por el ex Secretario de Defensa Frank Carlucci, incluye tanto a George Bush padre como a los Bin Laden, George Soros, Mijail Jodorkovsky o John Major. Se ha especializado en asumir el control de sociedades de armamentos y de medios de comunicación. Aprovechando el mandato presidencial de uno de sus ex cuadros, Bush hijo, el Grupo influye de acuerdo con sus intereses en la política exterior de los Estados Unidos. Usando y abusando de sus relaciones, el grupo obtiene el 30% de retorno por concepto de inversiones, a riesgo de verse regularmente envuelto en casos de delito financiero y de corrupción. El Carlyle Group surgió a mediados de los años 1980 con motivo de un problema relacionado con los esquimales. Al término de un acuerdo con el Estado federal, varias empresas de Alaska recibieron en 1971 importantes subvenciones del gobierno federal para crear empresas in situ. Quince años después, la mayoría de esas sociedades habían acumulado deudas considerables y amenazaban con declararse en bancarrota. El senador de Alaska, Ted Stevens, logró entonces que se aprobara una cláusula en la ley fiscal de 1984 autorizando a esas empresas a vender sus deudas a compañías estadounidenses ricas a cambio de una compensación fiscal. En concreto, una empresa esquimal que haya perdido 10 millones de dólares en un año fiscal puede vender sus deudas en siete millones de dólares. Por su parte, el comprador estadounidense puede descontar 10 millones de dólares de las ganancias declaradas al IRS, beneficiándose así de una reducción fiscal de tres millones de dólares [1]. Stephen Norris, cuadro dirigente de la división Fusión-Adquisición de la sociedad Marriott, comprende que este rejuego fiscal constituye un filón que debe explotarse. Su objetivo: encontrar sociedades con sede en Alaska dispuestas a vender sus deudas, ponerlas en contacto con compañías estadounidenses, y embolsarse de paso 1% de comisión. Para montar la operación, seduce a David Rubinstein, ex miembro del gobierno de Carter [2], que en ese entonces trabaja desde hace seis años en el bufete de Shaw, Pittman, Potts & Trowbridge y de G. William Miller & Co, también en los servicios de fusión-adquisición. David Rubinstein posee una impresionante libreta de direcciones que le permite encontrar interlocutores en ambos lados. El éxito de la operación, efectuada en el seno de Marriott, incita a los dos hombres a abandonar esa estructura para instalarse por cuenta propia. Así, en unos pocos meses, se apropian del 1% sobre mil millones de dólares de reducciones de impuestos, o sea, de 10 millones de dólares. Todo ello en una sociedad recién creada que ellos denominarían el Carlyle Hotel de Nueva York, donde efectúan la mayoría de sus reuniones. Nacía el Carlyle Group. Errores financieros, avances políticos Pero todo lo bueno llega a su fin y el gobierno federal suprime rápidamente ese rejuego fiscal. Rubinstein y Norris pasan ahora a comprar empresas en la coyuntura económica floreciente de los años 80. El objetivo del juego consiste en obtener préstamos en los grandes bancos, ocupar posiciones importantes en sociedades en apuros financieros, asumir su control a bajo precio, reorientar su política comercial y después revenderlas a un precio más elevado. El principal modo de acción es la compra de empresas, financiado por el endeudamiento [3]. El inicio es caótico, y Stephen Norris y David Rubenstein van descubriendo poco a poco el carácter despiadado del universo económico donde quieren operar. Varias operaciones fracasan en provecho de sociedades más hábiles en la actividad, mientras que otras resultan exitosas aunque sin generar las ganancias esperadas. En 1987-88 ocurre todo lo contrario, cuando Carlyle enfrenta un cúmulo de deudas. Ambos socios salen entonces en busca de refuerzos y reclutan a figuras como Dan D’Aniello y William Conway, ex dirigente de los servicios financieros de MCI Communications. El golpe magistral es la incorporación de un profesional experto en finanzas que había sido antes un político controvertido, Frederic V. Malek. Este, ex jefe de personal del presidente Nixon, en septiembre de 1988 se ve directamente fustigado por un artículo del Washington Post que narra los delirios paranoicos y antisemitas del presidente Nixon. En dicho artículo se revela que en julio de 1971, a solicitud del presidente, Malek elaboró un listado electrónico de los empleados judíos de la Oficina de Trabajo y Estadísticas, medida que en aquellos momentos culminó con la marginación provisional de dos funcionarios judíos que ocupaban altos puestos en el organigrama, Peter Henle y Harold Goldstein. El mismo día que estalla el problema, que afecta gravemente su carrera política, Malek recibe una llamada de Stephen Norris pidiéndole que se uniera a Carlyle. Para la sociedad de Washington, ello constituye una forma inesperada de enrolar a un hombre tremendamente bien situado en el mundo estadounidense de los negocios. Entre sus contactos figuran en especial los nombres del presidente George H. W. Bush y de su hijo, George Walker Bush, futuro presidente. Con él, Carlyle puede asumir una nueva dimensión. Esta nueva dimensión no se refiere al éxito financiero, sino más bien al increíble desarrollo de los contactos políticos de la firma, los cuales, posteriormente, redundarán en importantes logros. En aquellos momentos, el primer proyecto es apoderarse del control de Craterair, sociedad encargada del suministro de alimentos para los pasajeros de diversas compañías aéreas. En 1989, el presidente y director general de Marriott, J. W. Marriott, desea en verdad librarse del lastre de su compañía. Dan Altobello, que dirige ese sector, propone de inmediato a Carlyle que la compre. Esa opción aparece hoy como una evidencia: Norris, Malek y D’Aniello son, en efecto, tres de los ex dirigentes de Marriott. Frederic V. Malek es quien se ocupa de la operación, en la cual incorpora a George W. Bush, hijo del presidente en aquel momento. La experiencia de Bush hijo en el sector petrolero no tiene a priori relación alguna con sus nuevas funciones de miembro del consejo de administración de Craterair. Es por lo tanto en otra dirección donde deben buscarse los motivos de su enrolamiento, motivos reveladores de los nuevos métodos de Carlyle. En realidad, Malek está jugando en tres bandos: por un lado, acaba de negociar, fuera de Carlyle, el control de la compañía aérea Northwest, de la cual es presidente y director general. Dicha compañía solicita a menudo los servicios de Caterair. Asimismo, requiere de permisos federales en materia de regulación aérea para desarrollar su actividad. La incorporación de George W. Bush, que necesita enriquecer su curriculum vitae en el mundo de los negocios, permite vislumbrar el otorgamiento de los permisos por mediación de su padre, situado en la Casa Blanca, todo lo cual representa un incremento en las actividades de Caterair. Los cabos sueltos se atan. La Guerra del Golfo, que provoca el miedo a los atentados y el alza de los precios del petróleo, representa infelizmente para Carlyle una crisis en el sector de la aviación civil. El audaz arreglo sufre, pues, un doloroso fracaso. Pero la compañía de Norris y Rubinstein, mientras tanto, ha aumentado considerablemente sus contactos políticos [4]. Frank Carlucci: el hombre de los servicios al servicio de Carlyle Frank Carlucci. En 1988, el gobierno de Reagan abandona la Casa Blanca. Carlyle, fiel a su tradición, decide reclutar a sus mejores elementos. La selección recae en Franck Carlucci [5], que precisamente acaba de dejar su cargo de secretario de Defensa. El 26 de enero de 1989 pasa a ser vicepresidente del Carlyle Group, inaugurando una nueva era para el grupo. Es, de hecho, un refuerzo político de gran valor. Muy involucrado en la Guerra Fría, durante la cual fomentó un gran número de golpes bajos en diversos sitios del planeta, Carlucci es el hombre de los servicios estadounidenses, ex compañero de aula de Donald Rumsfeld en Princeton. En 1978, en el gobierno de Carter, es vicedirector de la CIA antes de integrar el departamento de Defensa en la época de Reagan, bajo la dirección de Caspar Weinberger. Después de transitar en 1982 por la Sears World Trade [6] donde se ve implicado en un negocio de tráfico de armas vinculado a la CIA, Carlucci es designado en 1986 para dirigir el Consejo de Seguridad Nacional, en sustitución del almirante John Poindexter, «quemado» en el caso Irán-Contra. En noviembre de 1987, sustituye a Caspar Weinberger en el cargo de secretario de Defensa, durante los últimos 18 meses del gobierno de Reagan. En ese período, se familiariza con el proceso de elaboración del presupuesto de los ejércitos y de las ventas de armas, una experiencia valiosa para su futuro cargo en Carlyle. De ese modo, Frank Carlucci estará presente en la primera compra lucrativa para Carlyle en el sector de los armamentos. Es, de hecho, un allegado de Earle Williams, presidente de la BDM International, sociedad asesora en cuestiones de defensa, filial de la Ford Aerospace. Williams había salido victorioso en su hábil intento de hacerse nombrar en la Naval Research Advisory Board, que asesora a la Marina estadounidense sobre sus opciones estratégicas a largo plazo, permitiendo así a la BDM obtener jugosos contratos. Todo ello, simplemente, enrolando en la BDM a la esposa de Melvyn Paisley, entonces a cargo de la asignación de los contratos de la Marina. Este último integra incluso las filas de BDM después de haber cesado en sus funciones en 1987. En el verano del 88, este feliz cóctel de corrupción, de tráfico de influencia y de fraude es finalmente objeto de una investigación a gran escala que culmina con la acusación contra docenas de responsables del Pentágono debido a la asignación de contratos de defensa. El más destacado de ellos es nada menos que... Melvyn Paisley. El escándalo, pues, rebota lógicamente y salpica de paso a la BDM, cuyo valor cae de forma drástica dejando el camino libre a los nuevos compradores. Vendida por 425 millones de dólares a la Ford Aerospace en 1988, en 1990 la BDM es comprada nuevamente, esta vez por Carlyle por la suma de 130 millones, gracias a los buenos oficios de Earle Williams, que conserva en ella su cargo de presidente, mientras que Carlucci y William Conway pasan a formar parte de su junta administrativa. El éxito de Carlyle es completo. En cuatro años, el Carlyle Group ha creado las bases de su éxito futuro: habilidad financiera, una abultada libreta de contactos en la esfera política y especialización en el sector de la Defensa donde los contactos políticos de alto nivel son precisamente esenciales. El período que sigue es de aplicación de las lecciones aprendidas en el pasado. Es también el período en que William Conway va siendo cada vez más importante en las decisiones del grupo. Es un hombre de negocios conocido por su buen olfato en el mundo de las finanzas, y también por sus métodos de gestión autoritarios y conservadores. Conway, conjuntamente con David Rubinstein, participa desde el inicio en el azaroso resurgimiento de la División Defensa y Aeroespacial de LTV Corp, que apuntala la fama del grupo. Carlyle en territorio saudí En ese mismo período, el Carlyle Group establece relaciones con Arabia Saudí. Aprovechando la guerra del Golfo y una diplomacia estadounidense favorable al régimen saudí, Carlyle entra en contacto con el príncipe Alwaleed bin Talal, entonces con 35 años de edad, sobrino del rey Fahd y estudiante egresado de escuelas en los Estados Unidos. Poseedor de una gran fortuna cuyo origen sigue siendo desconocido, en esa época bin Talal quiere hacer inversiones en los Estados Unidos. El clima político es allí favorable, y la crisis financiera incita a los banqueros a buscar dinero en los sitios donde lo encuentren. Uno de los mayores bancos del país, el Citicorp, busca así 1,500 millones de dólares para mantenerse a flote. Consciente de la oportunidad, el príncipe Alwaleed acude a un bufete de negocios de Washington para entrar en acción. Éste le aconseja recurrir a los servicios del grupo Carlyle, que posee múltiples posibilidades en materia de conexiones políticas que pueden resultar útiles al príncipe. La maniobra, no obstante, choca con la negativa de varios miembros del Congreso, opuestos a que los bancos estadounidenses fuesen controlados por inversionistas extranjeros. La habilidad para actuar de Stephen Norris permite finalmente obtener el acuerdo indispensable del Federal Reserve Board, con la condición de que el príncipe Alwaleed no intervenga en la gestión del banco. De ese modo, el 21 de febrero de 1991, el Carlyle Group puede vanagloriarse de haber permitido que el príncipe saudí invirtiera 590 millones de dólares en uno de los principales bancos estadounidenses. La maniobra permite al príncipe Alwaleed poseer potencialmentee el 15% de las acciones del banco, lo cual lo convierte en uno de sus principales accionistas. Declaraciones mordaces de Stephen Norris, atribuyendo a Carlyle la salvación del banco y dando a entender que el príncipe trataría sin duda de influir en las decisiones de su junta administrativa, llevan finalmente al Federal Reserve Board a reanalizar parcialmente su autorización. No obstante, el Carlyle Group ha logrado hacer su entrada en el escenario internacional. La sociedad aprovechará su posición ventajosa para adquirir en 1992 une empresa poco conocida, Vinnell, que en el Medio Oriente debe servir a la experiencia militar de Carlyle. Vinell es una sociedad privada cuya actividad consiste en entrenar ejércitos extranjeros cuando estos lo requieran. Desde 1975 se encarga de la formación de las fuerzas armadas saudíes, y de sus mercenarios, compuestos por los elementos más aguerridos de las Special Forces, combatieron junto a las tropas regulares en la Guerra del Golfo en 1991. En aquellos momentos, una comisión investigadora del Congreso impulsada por el senador Henry Jackson, había revelado que los criterios de reclutamiento prohibían que se enrolase a toda persona de religión judía. Después, la sociedad se ve involucrada en el escándalo Irangate, ya que Richard Secord, general retirado de la Air Force que trabajaba para Vinnell, se vio implicado en ello como cómplice de Oliver North. En 1987, un artículo de Time Magazine impugnó de nuevo a la sociedad de mercenarios al revelar que dos de sus empleados habrían tenido participación en el frustrado intento de derrocar al primer ministro de Granada, el izquierdista Maurice Bishop. La adquisición por Carlyle no cambiará en nada las actividades de Vinnell. Por el contrario, de 1992 a 1995 irá acompañada de un fortalecimiento de la presencia militar estadounidense en la región. En 1995, las oficinas en Riad de Vinnell y de BDM, dos sociedades en manos de Carlyle, son sacudidas por un sanguinario atentado que causa siete muertos, entre ellos cinco estadounidenses. Las oficinas afectadas son las que mantienen el contrato de Vinnell con la Guardia Nacional en momentos en que un gran número de saudíes quieren que el ejército estadounidense se retire del país. Este asunto provoca un gran escándalo en los Estados Unidos y múltiples testimonios anónimos sacan entonces a la luz que Vinnell, en realidad, es una fachada para las operaciones de la CIA, encargada en Arabia Saudí de infiltrar agentes en el ejército nacional. Según un ex empleado, incluso después de la nueva adquisición por BDM (léase Carlyle) de la sociedad, esta habría conservado toda su autonomía. Esto levanta una parte del velo y muestra el color político y las intenciones de los dirigentes del Carlyle Group. No obstante, estos revenden Vinnell en 1997 [7], lo que no impide que esta sociedad continúe sus actividades en Arabia Saudí. Este papel la convierte en blanco de importantes polémicas después de los atentados del 11 de septiembre y del surgimiento, en el gobierno de Bush, de una violenta corriente antisaudí. Un apoyo de calidad: James Baker III En 1993 el Carlyle Group prosigue su accidentado recorrido para llegar a la cima del mundo de las finanzas. Para lograrlo, necesita un nuevo instrumento en sus relaciones públicas y políticas, una figura reconocida más accesible que Frank Carlucci, que entretanto se había convertido en miembro de la junta administrativa de 32 sociedades, algunas de las cuales no pertenecían a Carlyle. Al final de la era Bush, en 1992, David Rubenstein, Frank Norris y William Conway acuden, pues, a la Casa Blanca para cazar allí la rara avis que necesitan: James A. Baker III [8]. James Baker III. Este cuenta con una impresionante hoja de servicios a favor de los republicanos: subsecretario de Estado de Comercio durante el gobierno de Ford en 1975, fue director de campaña de Ford, Reagan y Bush; director del gabinete de Ronald Reagan de 1981 a 1985, secretario del Tesoro de 1985 a 1988, y, más tarde, secretario de Estado durante el gobierno de George Bush padre de 1989 a 1992. Tras ser derrotado por William Jefferson Clinton, Bush padre regresa al mundo de los negocios del cual había salido, aceptando tareas de responsabilidad en Enron y, a la vez, en el Carlyle Group. El anuncio de su incorporación a la sociedad con sede en Washington desencadena una efervescencia en los medios masivos de comunicación en torno a Carlyle, y se anuncia incluso la próxima llegada de Colin Powell al Grupo. Comoquiera que sea, la incorporación de Baker fortalece considerablemente la posición de Carlyle. George Soros. El nombre de James Baker permitirá al grupo reunir fondos importantes, lo cual había sido imposible hasta ese momento. El primer objetivo, fijado por David Rubinstein en 500 millones de dólares, será superado con rapidez gracias al arribo del financiero George Soros que en 1992 acaba de poner de rodillas a la libra esterlina inglesa [9]. Este acepta invertir 100 millones de dólares en la sociedad, pero también, obviamente, aportándole su propia celebridad de financiero sin igual. Esto permite a Carlyle reunir, en cuatro años, más de 1 300 millones de dólares, o sea, más del doble de la suma a la que se aspiraba en un inicio. Las nuevas compras se ven entonces coronadas por el éxito, centrándose el Grupo en los sectores vinculados a la Defensa y a las ventas de armas, dos terrenos que requieren de contratos con el gobierno. Pero el acercamiento a quienes toman las decisiones políticas es ya la especialidad de Carlyle. De este modo, el grupo florece, haciendo ganar cerca de un 30% anual a sus accionistas. La lista de los miembros de Carlyle sigue alargándose con el arribo de George Bush padre al rango de «consejero superior», habiéndose convertido ya en amigo cercano de David Rubinstein, y también del ex primer ministro conservador británico, John Major, quien a fines de 1997 es el encargado de las inversiones en Europa. El Carlyle Group cuenta asimismo con el apoyo del fondo de pensión del Banco Mundial, al haber reclutado a su ex tesorera a cargo de las inversiones, Afsaneh Mashayekhi Beshloss. Esta había confiado a Carlyle una buena parte de los fondos a su disposición. Carlyle multiplica sus inversiones en el extranjero, en especial en América Latina, Rusia (con el oligarca Mijail Jodorkovsky [10]) y Europa, e incorpora a responsables políticos tales como el primer ministro de Corea del Sur, Park Tae-joon y el ex presidente de Filipinas, Fidel Ramos. Los que no pueden trabajar en el Grupo envían a sus allegados, como hizo Madeleine Albright al hacer contratar a su hija Alice. El arribo de George W. Bush a la presidencia de los Estados Unidos constituye una consagración para el Carlyle Group. El nuevo presidente de la Casa Blanca, de hecho, debe su nombramiento a la labor de zapa jurídica efectuada por James Baker III, miembro del Carlyle Group, y a los amigos políticos de su padre, George H.W. Bush, vinculado también a los fondos inversionistas de Washington. Carlyle incluso financió la campaña política de los republicanos con una suma de 359,000 dólares, contra sólo 68,000 para los demócratas. La desventaja de esta política es que centra sobre la sociedad la atención del conjunto de los medios de comunicación estadounidenses. Bush padre e hijo: la diplomacia Carlyle El primer escándalo verdadero estalla en marzo de 2001, con motivo de una visita de Bush padre a Arabia Saudí, en calidad de responsable del Carlyle Group. Su encuentro con el rey Fahd suscita numerosas preguntas en la prensa estadounidense: ¿se trata de un encuentro diplomático?, ¿de un viaje de negocios privados?, ¿de ambas cosas a la vez? Preguntas mucho más legítimas cuando el ex presidente de los Estados Unidos, acompañado de John Major, aprovecha la ocasión para reunirse con ex socios de negocios, la familia Bin Laden, en momentos en que uno de los hermanos, Osama bin Laden, es ya considerado una amenaza terrorista por los servicios de información estadounidenses. El segundo caso más importante se refiere a Corea del Sur. La llegada al poder de George W. Bush se caracterizó por una política sumamente agresiva con respecto a Corea del Norte, calificada de «Estado bribón». Los países de la región, tales como Corea del Sur o Tailandia, ven con malos ojos esta escalada diplomática que les hace cuestionarse seriamente sobre los acuerdos firmados con Carlyle en mayo de 1999, con motivo de una visita de George Bush padre. Existen contactos privilegiados entre la sociedad y numerosos dirigentes locales, ya que Carlyle cuenta en sus filas con el primer ministro surcoreano electo en 2000, Park Tae-joon, así como con su yerno, Michael Kim, encargado de la gestión de los intereses coreanos en los Estados Unidos, y con el ex primer ministro tailandés, Anan Panyarachum. Esta estructura pacientemente construida se ve de pronto afectada por las declaraciones del nuevo presidente norteamericano, influido él mismo por los halcones de su gobierno. George W. Bush parece jugar contra su propio equipo. Muy pronto es llamado a recapacitar. El 6 de junio de 2001, George W. Bush hace un viraje brusco y anuncia la reanudación del diálogo con Pyongyang. Cuatro días después, el New York Times alude a las discusiones entre Bush padre y Bush hijo que provocaron esa decisión: según el diario, Bush padre, convencido de que su hijo había sido mal orientado por el Pentágono, le habría aconsejado adoptar una posición más moderada en este caso. Habría esgrimido el argumento de que una posición dura con respecto a Corea del Norte pondría en dificultades al gobierno surcoreano, y, por consiguiente, dañaría los intereses norteamericanos en la región. Injerencia ésta muy poco habitual en la dirección de una democracia tan sólidamente arraigada como la de los Estados Unidos. Esto no constituye un hecho aislado: el 18 de julio de 2001, el New York Times informa sobre una nueva intervención del ex director de la CIA en la diplomacia estadounidense. George Bush padre, en efecto, habría llamado de parte de su hijo a Abdullah, el príncipe heredero de Arabia Saudí, con el objetivo de garantizar al gobierno saudí que «el corazón [de su hijo] estaba del lado correcto» con relación al Medio Oriente. Una llamada necesaria a causa de la política exclusivamente pro-israelí llevada a cabo por el actual presidente. Según el diario, este último estaba presente cuando se hizo la llamada telefónica. Estas revelaciones provocan violentas reacciones por parte de las organizaciones cívicas que abogan por moralizar la vida política. Así, son muchas las que piden que Bush padre dimita del Carlyle Group si es que desea desempeñar un papel en la diplomacia del país. El 11 de Septiembre: la Divina Providencia para el Carlyle Group La polémica es en verdad fuerte, pero no es nada en comparación con la que espera a los accionistas de Carlyle a fines del verano de 2001. La sociedad está de hecho sumida en el acontecimiento más traumático que hayan conocido los Estados Unidos después de Pearl Harbour: los atentados del 11 de septiembre de 2001. Ese día, el Carlyle Group celebra su conferencia internacional anual con los inversionistas en el Hotel Ritz Carlton, en Washington DC. Frank Carlucci, James Baker III, David Rubenstin, William Conway y Dan D’Aniello han invitado a una galería de ex dirigentes venidos de los cuatro rincones del planeta, a expertos en cuestiones militares, a árabes ricos llegados del Medio Oriente y a varios inversionistas internacionales de peso que, de ese modo, pueden presenciar los ataques terroristas en vivo. Entre las personalidades se encuentran en especial Shafiq Bin Laden, oficialmente «molesto» con su hermano Osama, y George Bush padre. Este último, según el vocero de Carlyle, habría abandonado la conferencia poco antes de los atentados y estaría en un avión sobrevolando el Midwest cuando se emitió la prohibición de despegar a todo aparato que se encontrase en tierras norteamericanas. La primera consecuencia de esos ataques constituyó un regalo del cielo para el Carlyle Group: el Congreso aprueba de inmediato el desbloqueo de 40 mil millones de dólares para la Defensa mientras que, en la sombra, los miembros de la administración Bush comienzan a sacar cuentas sobre el presupuesto de 2002 del Pentágono, que prevé un alza de 33 mil millones de dólares. Tales decisiones permiten que los socios de Carlyle aumenten tremendamente su fortuna. El proyecto hasta entonces sumamente polémico del Crusader, la superarma estadounidense, se aprueba por unanimidad. Este proyecto es defendido con vehemencia por Carlyle debido a que lo ejecuta la United Defense, sociedad controlada por el fondo estadounidense. Sus dirigentes, además, se aprovechan de esas decisiones para nacionalizar la United Defense en diciembre de 2001, embolsándose de paso 237 millones de dólares. Un hecho menos glorioso sale a la luz con la publicación en la prensa estadounidense, y en especial en el Wall Street Journal, de informaciones que revelan los vínculos activos del Carlyle Group con la familia Bin Laden, iniciados a principios de los años 90 cuando el grupo trataba de asumir el control de la sociedad italiana Italian Petroleum. En aquella oportunidad, el emisario de Carlyle en el Medio Oriente, Basil Al Rahim, había visitado Arabia Saudí, Jordania, Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos en busca de inversionistas. Fue entonces cuando conoció a la familia Bin Laden, que dirigía una empresa de obras públicas valorada en 5,000 millones de dólares, el Saudi Binladin Group. La familia, de hecho, había roto con el más conocido de sus 50 miembros, Osama, a quien se le había retirado la nacionalidad saudí en 1991, pero el artículo del diario Wall Street Journal hace énfasis en la terrible paradoja que representa para la familia del terrorista el hecho de enriquecerse gracias a los atentados por intermedio del Carlyle Group. Esta información obliga a los dirigentes a reducir las inversiones de la familia Bin Laden (calculadas según ellos en dos millones de dólares, en realidad es esta suma multiplicada varias veces, según estima Basil Al Rahim, quien dejó el grupo en 1997) y a liquidar con rapidez sus haberes. Cuando se produce la psicosis en torno al ántrax, en octubre de 2001, el Carlyle Group está ahí de nuevo para ofrecer -o más bien para vender- la solución: el Grupo posee el 25% de una sociedad llamada IT Group, especializada en la eliminación de residuos ambientales y tóxicos. Atravesando una situación delicada antes del episodio del ántrax, el IT Group firma en ese período diversos contratos de desinfección en edificios «contaminados», tales como el Hart Senate Office Building y el Centro de distribución postal de Trenton [11]. Esta labor, que emplea 400 trabajadores a tiempo completo durante varios días, permite vislumbrar la milagrosa salvación de la empresa. En definitivas no sería así, pues la compañía, de todos modos, se declara en quiebra aunque no sin antes haber reducido considerablemente sus deudas. Las huellas de Carlyle se cruzan también con las de Bioport, sociedad que posee el contrato gubernamental exclusivo para elaborar una vacuna experimental y polémica contra el ántrax. En esta sociedad trabaja, de hecho, el almirante retirado William Crowe, presidente de la oficina de directores de gabinete de la Secretaría de Defensa, en tiempos de Frank Carlucci. Aunque ambos hombres se conocen bien, entre ambas sociedades, sin embargo, no se establece vínculo comercial alguno. En Francia, el Carlyle Group adquiere la principal empresa de Vitrolles, el Groupe Genoyer que hace piezas de repuesto para el fabricante de equipos petroleros Halliburton. Después se apodera de la papelería Otor, antes de invertir en la prensa. De 1999 a 2002 posee el 30% del Figaro, que impuso a Dominique Baudis como presidente del Comité editorial [12]. En la actualidad posee el 28% de Aprovia (el polo profesional y floreciente del ex grupo Vivendi Universal Publishing), con nombres como Test, Le Moniteur o L’Usine nouvelle, y participaciones en Médimédia, que edita, por ejemplo, Le Quotidien du Médecin y controla las Éditions Masson. Por este conducto, puede evaluar y analizar de manera permanente la investigación y el desarrollo industrial franceses. Además, la Vivendi Universal Entertainemente ha sido también adquirida por Carlyle. Por otra parte, Carlyle ha hecho inversiones en bienes inmuebles con filiales en Boloña, Ivry, La Défense, Malakoff, Montrouge y París, con una clara preferencia por los inmuebles que alojan a sociedades vinculadas con los armamentos. El estudio detallado del funcionamiento del Carlyle Group sorprende y preocupa. Nunca la influencia de una sociedad privada ha amenazado tanto con devorar a una democracia tan antigua como la de los Estados Unidos. Esa sutil dosis de connivencia, de corrupción y nepotismo, a semejante nivel de responsabilidad, hace entender de manera particular las palabras pronunciadas por el presidente Dwight Eisenhower al abandonar la dirección del país en enero de 1961: «En el seno de los diferentes consejos gubernamentales debemos protegernos contra la acción de una influencia injustificada, ya sea buscada o no, por parte del complejo militar-industrial. Existe y seguirá existiendo el potencial para la escalada desastrosa de un poder dañino. Jamás debemos permitir que la entrada de esa agrupación ponga en peligro nuestras libertades y nuestros procesos democráticos.
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Mario Lopez Ibañezlonko@vtr.net